Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, diplomáticos cubanos que fueron secuestrados y asesinados durante la última dictadura militar (1976-1983). Foto: Archivo.

El Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MasCuba) encabezará este domingo un acto virtual para homenajear a dos jóvenes diplomáticos cubanos que fueron secuestrados y asesinados durante la última dictadura militar en ese país sudamericano (1976-1983).

A 44 años de esos hechos, en los que fueron secuestrados Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, miembros del MasCuba realizará una transmisión virtual en la que honrarán a los dos jóvenes, víctimas de uno de los tantos crímenes atroces cometidos durante una de las épocas más grises de este país.

El encuentro virtual también será momento para reafirmar los entrañables lazos de amistad entre ambas naciones.

Crescencio Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, de 27 y 22 años, respectivamente, fueron abordados el 9 de agosto de 1976 por un grupo de operaciones de la dictadura, que los abordó muy cerca de la embajada de la nación caribeña en Buenos Aires, en la barriada de Belgrano, los secuestraron, torturaron y los desaparecieron.

El destino hizo que en junio de 2012, a 30 kilómetros de la capital argentina, unos niños que jugaban en un predio abandonado de la localidad bonaerense de Virreyes, en el partido de San Fernando, encontraran en un tanque metálico de 200 litros relleno con cemento el cuerpo de Galañena Hernández.

Un año después, en 2013, tras una profunda búsqueda en la que aparecieron otros restos más en las mismas condiciones, entre ellos el de una argentina que trabajaba en la embajada, fue hallado el de Jesús.

Ambos jóvenes, que se desempeñaban como custodios de la embajada, habían sido llevados a Automotores Orletti, uno de los tantos centros clandestinos instalados por la SIDE (Secretaría de Inteligencia) en la barriada de Flores.

En aquellos hechos también fueron secuestradas otras personas que se desempeñaban en la oficina comercial y en la escuela anexa para los hijos de los funcionarios. Solo cinco de los 18 sobrevivieron y un solo cuerpo, el de la maestra María Rosa Clementi de Cancere apareció en otro tanque, en la zona donde se recuperaron los restos de Jesús y Crescencio.