Santiago de Cuba, 11 sep (ACN) Los cubanos rendirán homenaje hoy al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, fallecido hace 11 años, desde el III Frente Oriental Mario Muñoz, que fundó en marzo de 1957 en plena Sierra Maestra durante la guerra contra la tiranía de Fulgencio Batista.
Una representación del pueblo de esa serranía, cumpliendo las restricciones en la lucha contra la Covid-19, depositará flores frescas en el nicho que atesora sus restos mortales a los pies del monumento escultórico que en la Loma de la Esperanza custodia las cenizas de sus compañeros de guerra.
Allí también se levantan dos hileras de palmas reales que representan al Comandante Almeida y a los miembros de su guerrilla, más la llama eterna como símbolo de la permanencia del ejemplo de estos combatientes y sus ideales.
Desde 1957 se izó, en esa altura de la Sierra, la bandera rojinegra que caracterizó al Movimiento 26 de Julio y ondeó durante el período de la ofensiva final, mostrando que el territorio estaba libre de la tiranía y se mantiene hasta nuestros días.
La sensibilidad humana de Almeida Bosque le permitió simultanear su intensa labor como dirigente revolucionario con una valiosa obra artística, la cual incluye más de 300 canciones y una docena de libros que constituyen un aporte de gran valor al conocimiento de nuestra historia.
Once años después de su deceso, su legado está presente en Santiago de Cuba, donde se ganó el cariño y la admiración de sus hombres y mujeres, que acudieron masivamente a sus honras fúnebres, en 2009, en una sentida y espontánea demostración de duelo.
Del asaltante al Moncada en julio de 1953 y expedicionario del yate Granma, se erigió, una escultura metálica con su rostro en la fachada del teatro Heredia, de esta ciudad, que devuelve a los transeúntes su imagen con la frase Aquí no se rinde nadie, símbolo de la resistencia del pueblo cubano.