Bandera cubana

Los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, Mike Pompeo, secretario de Estado; Michael Kozak, subsecretario interino de la Oficina de asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, y Mara Tekach, coordinadora de la Oficina de asuntos cubanos del Departamento de Estado, han intervenido en estos días, de manera reiterada y sin ningún recato, en los asuntos internos de nuestro país.

El comportamiento burdo y poco profesional de Pompeo y compañía causa estupor y profunda indignación. La actitud injerencista de estos políticos yanquis en apoyo al denominado Movimiento San Isidro es violatoria de las leyes internacionales y de los principios de respeto que deben existir entre dos países vecinos.

El Gobierno de EE. UU. busca a toda costa un pretexto que le permita escalar la situación, creada por ellos mismos, con el fin de enrarecer y dificultar aún más las relaciones entre ambos países. Parece que desconocen la fibra de la que está hecho este pueblo, como si 60 años de resistencia no bastaran para probar, de manera fehaciente, que el camino de la confrontación y la injerencia no conduce a ninguna parte. Los patriotas cubanos no cedemos ante el chantaje ni la amenaza ni la fuerza.

Somos un país libre, independiente y soberano. Los cubanos amamos la paz y mantenemos relaciones de amistad y solidaridad con la inmensa mayoría de los países del mundo. Preferimos las buenas relaciones, pero nunca bajo lógicas de amenaza, coacción o chantaje. Cuba no negocia sus principios.