8vo Congreso del PCC

La Habana, 17 abr.- Que la Revolución está en la calle, y no en las redes sociales, fue la expresión del delegado Miguel Barnet con que no solo concluyó su primera sesión la Comisión de funcionamiento y trabajo ideológico, sino también la que mejor definió uno de los temas transversales de todo el debate: la defensa de Cuba y de sus valores desde las nuevas trincheras de las tecnologías de la comunicación.

Un rato antes de que el prestigioso creador remarcara en esta comisión, presidida por el segundo secretario del Comité Central, José Ramón Machado Ventura, que la mayoría de nuestros artistas e intelectuales están con Cuba y Fidel –varios delegados periodistas lo habían hecho antes-, el miembro del Secretariado y jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, Víctor Gaute López, hizo un llamado clarísimo: debemos desarrollar el activismo revolucionario en las redes sociales.

Gaute López definió con agudeza que sí, el Partido debe desarrollar un mejor trabajo desde las redes sociales, pero que hay que discutir el tema comenzando por las redes sociales creadas por la Revolución: nuestra red de organizaciones. Hasta quienes nos visitan –comentó- nos dicen que esas son las mejores.

En su exposición, el dirigente llamó a renovar los métodos de acción en el espacio digital, donde se verifica una verdadera transformación de la lucha ideológica y, por ello, se demanda una mejor batalla, en ese frente, de las fuerzas de la Revolución.

Nuestro país –afirmó Gaute López- ha desarrollado la informatización de la sociedad, donde contamos con fuerzas aún mayores que las que están participando, lo que sugiere las amplias reservas con que contamos y que incrementarla no depende de más medios sino de mayor participación.

Esa línea de pensamiento fue compartida por el también integrante del Comité Central Yoerky Sánchez Cuéllar, quien recordó que, en 2012, el Comandante en Jefe afirmó que internet es un instrumento revolucionario que permite recibir y trasmitir ideas, en ambos sentidos. Ahí está, según el joven delegado, el escenario principal de la confrontación ideológica, que debemos encarar con certera generación de contenidos, siendo proactivos y firmes no solo en la promoción de nuestros valores y símbolos, sino también en su defensa.

Entendiendo la Revolución como un sentimiento y el Congreso como de toda Cuba, Yailín Orta Rivera, delegada por La Habana, se detuvo en la responsabilidad de los directivos en la ejecución de los procesos políticos dentro de su centro y en su deber de crear espacios motivacionales a partir de las riquezas que en asuntos de identidad tenemos los cubanos.

Desde su posición de delegada por la provincia de Camagüey, la maestra Regina María Balaguer llamó a trabajar más en la calidad de los procesos de crecimiento, de manera que siempre alcancen la militancia los mejores, y solo los mejores. Ello pasa, según consideró, por acercarse a los niños y jóvenes, darles tareas, conocer su real pensamiento de cara a la militancia, de manera que al final estén en filas los reales revolucionarios y comunistas.

Al respecto, Machado Ventura recordó que esa es justamente la línea y comentó, por otro lado, que el núcleo es además responsable de la conducta de sus militantes. El Segundo Secretario refirió la retroalimentación mutua que define el trabajo político: el núcleo debe prepararse para la asamblea de trabajadores tanto como, de manera organizada, trabajadores no militantes deben ser invitados a reuniones del núcleo.

Ello se relaciona con la intervención del joven delegado pinero Rafael Licea, quien señaló que el vínculo con las masas, que decide el trabajo del Partido, debe ser permanente y el estudio político es tarea de todo el año. Si el crecimiento no sale bien la culpa no será de la persona sino del núcleo, consideró el delegado, quien no cree en la autenticidad de militantes solamente «institucionales». ¿Dónde queda la comunidad?

 A tono con la época de la gesta actual, la delegada habanera Yuniasky Crespo afirmó que la Revolución no solo se defiende con coraje: hace falta ponerle inteligencia y voluntad, todos los días. Se requiere hacer cosas nuevas, pero mantener las que estén bien, señaló Crespo, quien ejemplificó que militantes de núcleos con problemas mostraron actitudes heroicas lo mismo en auxilio ante un accidente aéreo que tras un tornado y, ahora, frente a la pandemia. Lo que se requiere entonces, resumió, es encaminarlos mejor.

Sobre la labor en el entorno, Machado Ventura explicó un dilema que exige perfeccionamiento: con la población, envejece la militancia y, por la baja natalidad, la cantera se reduce aún más, de manera que ya el problema no debe verse desde porcentajes sino desde números absolutos.

Ese Partido amplio y profundo por el que luchamos tiene un rostro particular en las comunidades. El delegado habanero Jesús Cabrera, jubilado él mismo, comentó que esos militantes de los barrios son guerrilleros del día a día. Cabrera destacó la necesidad de atender más el trabajo político en las comunidades, esos escenarios que son de todos, se esté activo laboralmente o no.

Ese trabajo en los barrios puede sacar de ellos aún más ejemplos honrosos como los vistos, sobre todo en jóvenes, en estos tiempos de pandemia. Ailín Álvarez García, segunda secretaria del Comité Nacional de la UJC, comentó en la comisión una idea que remite al futuro que entraña la frase de Miguel Barnet: todo el funcionamiento de esta organización responde a la lógica de que se es militante para formarse como cantera natural del Partido.

Si cuenta con el respaldo de la mayoría de intelectuales y artistas, de periodistas y obreros, de veteranos y jóvenes, el futuro del Partido está más que asegurado. (Juventud Rebelde)