Sinagoga en la ciudad estadounidense de Pittsburgh

La Habana, 6 nov - La Federación de Comunidades Hebreas de Cuba y la Plataforma Interreligiosa de la isla repudiaron en esta capital el atentado de finales de octubre contra una sinagoga en la ciudad estadounidense de Pittsburgh, donde murieron 11 personas.

'Quienes compartimos en esta noble tierra la diaria tarea de construir puentes fraternales a partir de las diversas expresiones de fe que cohabitan fraternal y armoniosamente, no podemos permanecer indiferentes ante el criminal atentado', advirtieron en un comunicado al que tuvo acceso Prensa Latina.

El texto califica de deplorable el ataque cometido el 27 de octubre por un hombre al inicio de un servicio de Shabat, y señala que estuvo 'basado exclusivamente en la intolerante xenofobia llamada antisemitismo'.

En esta ocasión fueron judíos, mañana pudieran ser islámicos, después cristianos y siempre habrá un mañana de sangre para muchos más, porque somos parte de la humanidad, a la que todos estamos comprometidos a defender y encaminar en verdaderos senderos de paz, subrayaron.

De acuerdo con la Federación de Comunidades Hebreas de Cuba y la Plataforma Interreligiosa, nadie debería permanecer impasible ante el crimen en Pittsburgh.

'Nuestros brazos cada vez más altos y unidos, nuestras voces cada vez más fuertes para que puedan ser escuchadas, no solo por dios, sino más bien por los habitantes de la tierra que callan y son indiferentes ante semejantes y abominables hechos', insistieron.

Las organizaciones religiosas afirmaron en el documento que se unen al dolor de las familias afectadas por las sensibles e irreparables pérdidas.

También el gobierno cubano, en voz de su canciller Bruno Rodríguez, reaccionó tras el atentado en la ciudad norteña.

'Deseo expresar condolencias al pueblo y a las autoridades de la ciudad de Pittsburgh, del estado de Pensilvania y de los Estados Unidos, por los hechos ocurridos en la sinagoga Tree of Life, donde fallecieron 11 personas', manifestó Rodríguez el pasado jueves, antes de intervenir en la Asamblea General de la ONU, en una sesión en la que el bloqueo a la isla volvió a recibir un repudio casi unánime del mundo.