Criaderos al Aedes aegypti.

Las tierras de las que el hombre depende para su vida reciben con beneplácito la presente temporada lluviosa, que ha debutado bastante mojada. Más, a una amenaza que vuela le viene de maravilla el agua de este tiempo.

Usted deduce que se trata del Aedes aegypti, ese mosquito que constituye un enemigo para nuestra familia y la sociedad.

Pues bien, en estos días en que las nubes parecen estar bien cargaditas y derraman ese líquido indispensable para la vida, también debemos velar con celo los alrededores de las casas, centros de trabajo, escuelas y otros sitios, donde el agua pueda alojarse sin posibilidades de salida, si no es con la ayuda del hombre.

Esos innumerables depósitos acuosos pueden tener como huésped al vector del dengue, que los elige para que su prole se desarrolle.
 

En los exteriores

La presente temporada lluviosa hace que el agua se deposite en un sinfín de objetos y sirvan de criaderos al Aedes aegypti.

Nunca subestime ningún lugar aunque le parezca inverosímil para la estancia del mosquito. Ese puede esconderse en cascarones de huevos, en la concavidad de una hoja de una mata o la oquedad de un árbol, por citar algunos sitios de los que pudiéramos no sospechar su presencia.

Por eso es imprescindible realizar el autofocal en los exteriores. Le recomendamos colocar boca abajo o bajo techo las botellas, latas u otros envases vacíos que todavía resulten útiles.

Los neumáticos téngalos bajo techo y, si no los quiere, rellénelos con tierra o entiérrelos. Bote el agua de las bandejas de las macetas y elimine las aguas estancadas en patios, terrazas o azoteas.

Toda medida será un golpe que derrotará a ese enemigo de la salud que es el Aedes aegypti.