Las aftas bucales pueden no ser peligrosas, pero sí molestan

Las aftas son uno de los principales trastornos bucales. Aunque pueden ser síntoma de una enfermedad importante, en la mayoría de los casos no revisten mayor importancia, pero pueden provocar una afectación importante de la calidad de vida e interferir en la alimentación.

Prevenir siempre es mejor que tratar, pero en el caso de aftas recurrentes es importante identificar los factores que contribuyen a su aparición. Existe la posible base genética y, por otra, pueden actuar precipitantes diversos como traumatismos en la mucosa, factores inmunológicos u hormonales, alergias alimentarias, estrés, infecciones por virus o bacterias o deficiencias de micronutrientes, especialmente hierro, ácido fólico, zinc o vitamina B12, así como estados de estrés. Las carencias nutricionales pueden deberse a problemas de malabsorción, celiaquía, colon irritable o ser consecuencia de una alimentación inadecuada.

LAS RAZONES

Las aftas bucales pueden no ser peligrosas, pero sí molestan

La hipersensibilidad a determinados alimentos como mariscos, queso, chocolate, vinagre, mostaza, leche, trigo, soja, piña o limón es también un agente causal, por eso se debe precisar si al comerlos aparecen aftas.

Se deben evitar los alimentos muy condimentados o picantes, las comidas y bebidas ácidas o muy calientes, y los productos duros que pueden dañar la mucosa oral, como pan o galletas.

Las aftas pueden deberse a agentes irritantes, tóxicos y carcinógenos como los presentes en el tabaco, así como a una deficiente higiene bucodental. Deben evitarse traumatismos con cepillados intensos utilizando un cepillo de dientes de cerdas suaves o las prótesis mal adaptadas.

Puede utilizarse un colutorio antiséptico, antiinflamatorios, o antisépticos bucales tópicos. La tintura de propóleo al 5 por ciento mejora los síntomas a partir de la tercera aplicación y es especialmente eficaz una vez transcurridas 72 horas del inicio del tratamiento. La aplicación de estos productos se puede acompañar de paracetamol o ibuprofeno, si el dolor es severo, Hay remedios caseros como la aplicación de hielo o los enjuagues con agua tibia y sal o toques sobre el afta de polvo de bicarbonato de sodio.

SI NO HAY SOLUCIÓN

Las aftas bucales pueden no ser peligrosas, pero sí molestan

Cuando el afta no se resuelve en un periodo inferior a los catorce días con los cuidados habituales, o su tamaño es inusualmente grande, se debe derivar al odontólogo o al médico, o cuando se acompaña de fiebre, dolor de cabeza, diarrea, erupción cutánea y si la frecuencia de aparición de las lesiones llama la atención.

Aunque más raramente, hay un cierto número de enfermedades en las que las aftas orientan al diagnóstico. Esas las lesiones en la cavidad bucal aparecen en un 5 al 10 por ciento de las personas con enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente en los pacientes con la llamada enfermedad de Crohn, y pueden ser un uno de sus signos iniciales.

La aparición de llagas en otras zonas como la genital, estados de inmunodepresión e infecciones de repetición, pueden llevar a descartar síndrome linfoproliferativos o VIH.

LO HABITUAL

Las aftas son muy molestas, pero médicamente sin gravedad alguna. No obstante, como cualquier otra afectación al cuerpo humano, deben ser observadas y analizada su evolución.