Cualquier persona puede sentir ansiedad en determinado momento de su vida, como cuando se encuentra en determinada reunión. Pero existen personas sufrientes de un trastorno de la ansiedad, pues en ellos esas sensaciones persisten por más tiempo y son más fuertes, incluso pudiendo perjudicar sus relaciones sociales y familiares. Es una perturbación mental de las más comunes y afecta por igual a ambos sexos, aunque las personas débiles son más susceptibles de padecerla. Sus causas pueden ser variadas, desde sufrir una situación estresante fuera de su control durante la infancia e incluso en la vida adulta o tener familiares con trastornos de ansiedad.
Sus manifestaciones
Existe agitación, irritabilidad con explotes, nerviosismo e inquietud constante, frecuentes e inexplicables temblores -más manifiestos durante un estrés-, poca concentración donde el pensamiento brinca de un lado para otro, preocupaciones sin base con dificultad para controlarlas, insomnio, etc. Cuando el sujeto reconoce necesitar ayuda, no es para nada penoso asistir con un especialista en salud mental, sea psiquiatra o psicólogo, sin importarle el qué dirán. Su salud y su familia están en primer lugar. Estos profesionales pueden ayudarlo a confirmar el diagnóstico y controlar sus muy molestas e inoportunas manifestaciones. Pudieran indicarle un efectivo tratamiento con psicoterapia, determinadas medicinas o ambos.
Variados y efectivos tratamientos
El tratamiento con psicoterapia incluye la llamada terapia cognitivo-conductual donde a los interesados se les enseña variadas maneras de pensar, comportarse y reaccionar frente a las variadas situaciones desencadenantes de sus problemas; también se encuentra la terapia cognitiva, donde se ayuda a identificar, poner en duda y aprender a neutralizar los pensamientos distorsionados o irreales; y, por último, la terapia de exposición, se practica con el fin de enfrentar los miedos y superarlos. En general, los medicamentos pueden aliviar los síntomas, pero no curan los trastornos de ansiedad y en ellos se encuentran los ansiolíticos, los antidepresivos y los beta-bloqueadores. La ansiedad exagerada puede controlarse y vencerse y no dejar que sea ella quien perturbe la felicidad de la vida de nadie.