La enorme área que ocupó el Borrás será un espacio de servicios de parqueos, parque y paradas de ómnibus. Foto: Archivo Tribuna de La Habana

La manzana delimitada por las calles G, F, 29 y 27 en el Vedado habanero, lugar que ocupó el edificio del Hospital Infantil Pedro Borrás Astorga, se convertirá en un área de estar y zona de parqueo para los hospitales Oncológico, Ortopédico, Neurológico y el Policlínico Borrás. Además, para trasladar 3 paradas de ómnibus que hoy se ubican calle G.

A finales de año se había informado que se edificaría allí un hotel. No dudamos de esta información, ni de lo dicho por el directivo del turismo, pero lo cierto es que cuando de dinero, de financiamiento, de inversiones de Cuba y del bloqueo se trata, pueden ocurrir cambios repentinos.

Algunas personas dirán: “un parque por un hospital, la cuenta no dá”, pero imaginamos que es para eso lo que los recursos dan ahora, y es una solución para un espacio ávido de parqueo, de áreas de estar para pacientes y familiares que les visitan, y para colocar esas paradas de ómnibus tan atropelladas en la calle G.

El Pedro Borrás fue el primer hospital infantil que tuvo La Habana, construido en 1933 con capacidad para 500 camas. Sus arquitectos fueron Félix Cabarrocas Ayala y Evelio Govantes Fuertes, cuya firma legó otras joyas de la arquitectura habanera, como el Capitolio, el Palacio de Bellas Artes, la ahora Casa de la Amistad, el hospital Freyre Andrade y la Plaza Cívica, actual Plaza de la Revolución.

Siempre se le conoció como “El Infantil”; fue nombrado Pedro Borrás Astorga como homenaje a un joven estudiante de medicina que murió en Playa Girón durante el ataque mercenario de Estados Unidos en 1961.