Parlamento cubano
La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba proseguirá hoy en La Habana el análisis del proyecto de nueva Constitución enriquecido con la opinión popular.
 
La plenaria de diputados escuchará en el Palacio de Convenciones el criterio de sus integrantes, después de la presentación detallada del texto la víspera por el secretario del Consejo de Estado y miembro de la comisión redactora de la carta magna, Homero Acosta.

En dependencia de la duración de las discusiones, la Asamblea Nacional pudiera aprobar este sábado la iniciativa dirigida a reformar la ley de leyes vigente desde 1976.

El proceso de cara a la adopción de la Constitución pasa porque cada uno de los legisladores presentes (la Asamblea tiene en la actualidad 602 diputados) fije su postura, y para la aprobación se necesita el respaldo de no menos de dos tercios de sus integrantes.

De materializarse el apoyo parlamentario, quedaría listo el terreno para que el Consejo de Estado convoque a un referendo, en el cual los cubanos expresarán mediante voto directo y secreto su apego o no a la carta magna.

El texto que se discute en la Asamblea Nacional tiene 229 artículos (cinco más que la versión adoptada en julio por los diputados) y sufrió 760 cambios a partir de las propuestas realizadas del 13 de agosto al 15 de noviembre en más de 133 mil reuniones en barrios y centros de trabajo y estudio, en las que participaron casi nueve millones de personas.

Según Acosta, las alrededor de 783 mil opiniones (con llamados a sumar, modificar o eliminar artículos) derivadas de la consulta se convirtieron tras su procesamiento en unas nueve mil 600 propuestas tipo, la mitad de ellas incorporadas de una forma u otra a la Constitución propuesta.

El proyecto de ley de leyes ratifica el carácter socialista de Cuba y el papel rector en su sociedad del Partido Comunista. Asimismo, refleja cambios en la estructura del Estado, como la creación de las figuras del presidente de la República y del primer ministro; amplía los derechos y garantías, y reconoce varias formas de propiedad, entre ellas la socialista de todo el pueblo y la privada.