Fotografía móvil: No te obsesiones con el equipo, disfruta

La mayoría de las fotos que se toman en la cotidianidad se hacen desde un smartphone. La fotografía móvil ha cobrado una increíble relevancia en los últimos años. Lejos quedan esas cámaras VGA cuyo rango dinámico estaba por los suelos, las fotos sin nitidez ni contraste, las imágenes quemadas y los sensores de 40 megapíxeles montados detrás de una lente de plástico.

Ahora nos encontramos con dispositivos con tres lentes, capaces de comportarse decentemente en cualquier situación de luz y hasta de hacer retratos con una calidad indiscutible, aunque no compitan con las cámaras de fotos DSLR, por un motivo sencillo, un móvil es un móvil y una cámara es una cámara.

El móvil debe guardar un sinfín de componentes en su interior, y el tamaño del sensor fotográfico es bastante, mucho más pequeño que el de una cámara de fotos tradicional. Jamás vas a conseguir tanto nivel de detalle, tanta información, tantos matices con un teléfono, porque el sensor de la cámara es mucho más grande.

¿Pero sabes qué? Todo esto que te estoy contando tiene que darte exactamente igual por una sencilla razón: da igual el equipo que uses, lo importante es el fin. Y quien te diga lo contrario, miente.

¿Para qué usas las fotos que haces con tu móvil? Posiblemente todas acaben subidas a Instagram o Facebook, ¿y sabes qué hacen Instagram y Facebook con las fotos que subes? Las comprimen y las muestran en pantallas móviles. Para ese uso la cámara de un smartphone es más que suficiente. ¿Vas a imprimir las fotos en un cartel de 2 x 4 metros? Entonces ni se te ocurra tirar fotos con un móvil, porque el tamaño de su sensor hará que la foto, al ser ampliada para encuadrarla en el cartel, se pixele.

Es evidente que las cámaras réflex son mejores que las cámaras de los smartphones, sobre todo cuando te fijas en los detalles; es obvio que las fotos hechas con la cámara réflex se ven mejor y tienen más nivel de detalle, pero cuando las subas a Instagram, donde lo que importa es la imagen general y no los detalles al hacer zoom, ambas fotos lucirán igual de bien.

No te obsesiones con el equipo, con la calidad, con la nitidez. Piensa en el objetivo final de la foto. Al fin y al cabo, la mejor cámara es la que se adapta a tus necesidades y la que llevas contigo. Una vez tengas claro para qué quieres usarla y dónde acabarán las fotos, decide qué técnica usar.

Pero, sobre todo, disfruta y sígueme, porque hoy he dejado la cámara, para traerte instantes de La Habana captados con mi móvil.


Tarde lluviosa en 5ta. Avenida, La Habana.

Graffiti callejero en Maboa y 10 de Octubre, La Habana.

Transporte público en una calle en reparación, en La Habana

Contrastes

Cielo empedrado.

El mejor amigo.

 

La tempestad.

 

La bicicleta del bodeguero

Alegrías de mayo

A lo lejos, el palmar.

Conexiones disponibles.

Florero, flores…! azucenas, girasoles.

Papalote sobre morado.