Crucero de la compañía Carni.al de Estados Unidos anclado en puerto habanero/
La firma de cruceros de Estados Unidos Carnival anunció que la Holland America Line, otra de sus "marcas", iniciará escalas en dos puertos de Cuba pese a los peligros que enfrenta el "deshielo".

 "Han pasado más de 30 años desde la última vez que un barco de Holland America Line ingresó al puerto de La Habana, ¡pero este invierno (boreal) volveremos a Cuba y usted está invitado a acompañarnos!", anuncia hoy la página digital de promoción de Holland.

 La compañía ofrece precios que van desde los 1.929 dólares hasta los 7.499 según los camarotes que se ocupen. Los itinerarios, a bordo del buque Veendam, con capacidad para 1.350 pasajeros, se iniciarán el 22 de diciembre de este año y se prolongarán hasta abril de 2018.

La prensa local divulgó que todos los programas de la Holland "cumplen con las regulaciones estadounidenses para los viajes de sus ciudadanos a este país".

La página informativa Cubadebate, estatal, dijo que Holland America Line se convierte así en la tercera empresa de Carnival Corporation que arriba a la isla caribeña, pues con anterioridad lo habían hecho Fathom y Carnival Cruise Line, del mismo grupo naviero.

Orlando Ashford, presidente de Holland, declaró sobre estos viajes que la isla "es uno de los destinos más solicitados por nuestros clientes", según lo citó esa revista digital. Las páginas publicitarias de la subsidiaria de Carnival en inglés y en español informaron que los tres itinerarios que tocarán los puertos de La Habana y de Cienfuegos, en la costa sur, durarán siete, once y doce días e incluirán Belice, Costa Maya, Cozumel, Gran Caimán, Grand Turk, Key West y Montego Bay.

Algunos de los cruceros tendrán estadías extendidas en La Habana, para dar la oportunidad de "interactuar con los lugareños", subraya la promoción.

Los anuncios de Holland lanzados a fines de mayo pasado se hicieron tras reiterarse en Washington que el gobierno del presidente Donald Trump estaría "a punto" de anunciar nuevas reglas en el marco del "deshielo" iniciado por su antecesor el presidente Barack Obama en diciembre de 2014.

El Adonia, de la línea Fathom, de Carnival, fue el primero estadounidense en arribar a este país tras 50 años. Vino con unos 600 pasajeros a bordo directamente desde Miami, Florida.

Abrió así una vía de negocios bilateral importante que también trajo un cambio de importancia en la isla. El gobierno levantó las restricciones que existieron por décadas para que personas nacidas aquí y residentes en Estados Unidos llegarán por vía marítima.

Aunque no existen detalles sobre lo que hará Trump con respecto a los negocios en marcha con la que ha sido llamada como "isla prohibida", cifras calculadas por una coalición en Washington favorable al "deshielo" subrayó que la Carnival o la Norwegian, que también cumple itinerarios, podrían perder alrededor de 200 millones dólares en ingresos al año.

Los puertos que dejarían de recibir esos buques también tendrían pérdidas, de manera indudable, aunque actualmente disfrutan un auge del cual no solo las firmas de Estados Unidos son las responsables. La italo-suiza MSC Cruceros, y la griega Celestyal Cruise, entre otras con travesías en el Caribe que incluyen La Habana y Santiago no serían afectadas por las medidas de Washington.