Esta semana, el Ministerio de Turismo de Cuba informó de la llegada de 3 millones de vacacionistas, una cifra lograda 16 días más tarde que en 2017. Foto: Xinhua

 

La industria turística cubana, el sector más dinámico de la economía de la isla, se ha desacelerado en lo que va del año como resultado de las medidas restrictivas de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

Esta semana, el Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) informó de la llegada de 3 millones de vacacionistas, una cifra lograda 16 días más tarde que en 2017, la cual confirmó la caída del ritmo de arribos a la isla.

Al respecto, el doctor en ciencias económicas y profesor titular de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, José Luis Perelló, citado por la prensa local, estimó que el decrecimiento acumulado en la llegada de vacacionistas hasta el 31 de mayo de 2018 es del 6,6 por ciento, en relación con el mismo período del año anterior.

No obstante, Perelló también reveló que en junio se contabilizaron números positivos “que indican una paulatina recuperación”.

De acuerdo con el experto, en las cifras negativas incidieron los efectos del paso de los huracanes que azotaron a la isla, así como la entrada en vigor de las medidas restrictivas sobre los viajes a Cuba adoptadas por el actual gobierno de Estados Unidos.

Perelló explicó que, como resultado de las regulaciones, que prohíben los viajes individuales, conocidos como “people to people”, y restringen aún más el turismo, se redujeron los negocios para la mayoría de las líneas aéreas que habían establecido vuelos comerciales directos desde Estados Unidos a La Habana y otras ciudades cubanas.

Una encuesta publicada por el Centro para el Turismo Responsable (Crest, por su acrónimo en inglés) y que entrevistó a 42 operadores estadounidenses que llevaron a Cuba más de 17.000 personas en 2017, reveló que el 85 por ciento de las empresas encuestadas sufrió una caída mayor en las reservas o aumento de cancelaciones en la segunda mitad de 2017 comparado con el primer semestre del mismo año.

De acuerdo con el estudio, el 66 por ciento reportó cancelaciones de sus socios de viaje (universidades, museos, y asociaciones profesionales), y el 85 por ciento vaticinó menos reservas de viajes “people to people” para el actual año en relación con 2017.

Los resultados de esa encuesta fueron validados por el profesor de Economía Urbana del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Rafael Betancourt.

El catedrático universitario señaló que la caída de 56,6 por ciento en las llegadas de visitantes de Estados Unidos, a partir de las restricciones impuestas por el gobierno de Donald Trump desde junio de 2017, impulsaron una contracción del 7 por ciento en el total de visitantes extranjeros, sobre todo los primeros tres meses de 2018.

“En 2017, tras la política de apertura del ex presidente Barack Obama, casi 620.000 estadounidenses visitaron la isla, seis veces más que el año precedente”, recordó el académico.

En junio del pasado año, la administración Trump dictó nuevas regulaciones para restringir los viajes individuales, autodirigidos, de intercambios y “people to people”.

Además, el gobierno estadounidense incluyó la prohibición a su ciudadanos de realizar transacciones financieras con un conjunto de 180 entidades, supuestamente vinculadas a los servicios de defensa, inteligencia y seguridad de Cuba.

La lista de medidas determinó la retirada forzosa de la mayoría de los funcionarios de la embajada estadounidense en La Habana y de la embajada de Cuba en Washington.

En septiembre de 2017, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una advertencia de viajes sobre Cuba, la cual fue ratificada en enero último.

La advertencia clasifica a Cuba en el “Nivel Tres” que invita a los potenciales viajeros a “reconsiderar viajar… debido a los ataques a la salud dirigidos a trabajadores de la Embajada de Estados Unidos en La Habana”.

Desde 2012, el arribo de vacacionistas extranjeros a Cuba ha mantenido una tasa de crecimiento promedio del 13 por ciento, lo que convirtió a la llamada “Industria del ocio” en una de las principales fuentes de ingresos de la economía cubana.

El año pasado, la isla logró la cifra histórica de 4 millones 689.000 visitantes foráneos, cifra que significó un incremento del 16,2 por ciento de turistas respecto al año anterior.

Este año el Mintur se propuso alcanzar a los 5 millones de vacacionistas, y para 2019 incorporar más de 9.000 nuevas habitaciones para ampliar la oferta turística en la isla.

En las cifras negativas incidieron los efectos del paso de los huracanes que azotaron a la isla, así como la entrada en vigor de las medidas restrictivas de Estados Unidos sobre los viajes a Cuba. Foto: Xinhua

 

Desde 2012, el arribo de vacacionistas extranjeros a Cuba ha mantenido una tasa de crecimiento promedio del 13 por ciento. Foto: Xinhua

(Con información de Xinhua)