Banco Central de Cuba

La banca cubana impulsa hoy una estrategia de automatización, que tiene como objetivos centrales fortalecer la infraestructura informática y desarrollar la digitalización.

Entre sus ventajas, la banca digital permite una mayor eficiencia y control interno, además de favorecer a los usuarios y eliminar costos, expresó en conferencia de prensa Alberto Quiñones, director general de Servicios Informáticos del Banco Central de Cuba.

El especialista explicó que entre los retos actuales se encuentran potenciar el uso de los canales de pago, entre ellos las llamadas Terminales de Puntos de Venta (TPV), que suman unas 12 mil unidades en el país.

Apenas un 9,4 por ciento en los primeros meses de 2019 son pagos que se realizan a través de TPV, de la banca telefónica o de otros canales, aunque la cifra mejoró con respecto a 2017 (seis por ciento) y 2018 (7,3 por ciento), detalló.

Nuestro objetivo es cambiar esta matriz e invertir las cifras, y como parte de la estrategia otorgamos bonificaciones para las operaciones que se realizan en una TVP, manifestó.

Quiñones indicó que la pasarela de pagos permite a los clientes una serie de facilidades: desde pagar servicios como el agua y la electricidad hasta comprar productos y transferir fondos.

Para el especialista, el desconocimiento de las ventajas del sistema es una de las causas del bajo aprovechamiento de las nuevas modalidades.

Como parte del programa de digitalización, Cuba desarrolla varios canales, el más conocido de los cuales son su red de cajeros automáticos, que sobrepasan la cifra de 930, distribuidos por toda la geografía nacional.

A ellos se suman las TPV, operadas por Fincimex, la banca telefónica y la remota.