En el espacio de la Cooperativa de Electos Comunistas, Republicanos y Ciudadanos sesionó una mesa redonda sobre el tema, con la presencia de dirigentes políticos y de la delegación de Cuba al evento anual, foro moderado por el presidente de la organización y alcalde de Grigny, Philippe Rio.
Varios oradores destacaron las décadas de cooperación de los profesionales de la salud de la isla y su aporte en más de un centenar de países de los cinco continentes.
Asimismo, expusieron el «desierto médico» que golpea al territorio nacional, su impacto en la calidad de vida y el malestar que genera en la población francesa. El vicepresidente del Consejo Departemental de Gard, Christian Bastid, ofreció detalles sobre iniciativas que piden se permita la llegada de los profesionales de la nación antillana, entre ellas una carta enviada al presidente de la República, Emmanuel Macron.
A su juicio, existen posibilidades de avanzar en la demanda, a partir de la respuesta del mandatario de indicar que se escuche la propuesta.
Bastid manifestó que los galenos cubanos no vendrían a quitarles el puesto a colegas franceses, sino a ocupar los vacíos que existen, «para que la gente viva mas tiempo y dignamente».
Por su parte, el presidente interino de la asociación Cuba Coopération France (CubaCoop), Manuel Pascual, recordó la tradición solidaria de la isla en el sector de la salud, reconocida por acciones como la Operación Milagro, que ha devuelto la visión a muchas personas vulnerables en el continente americano, y la lucha contra el ébola en África Occidental y la pandemia de la Covid-19.
Pascual mencionó el apoyo de CubaCoop a territorios que piden el arribo de profesionales de la salud de la isla, como en la región de Bretaña, y llamó a coordinar los esfuerzos para solicitar que se permita.
Asimismo, denunció las campañas del gobierno de Estados Unidos para desacreditar la labor que en materia de salud realiza Cuba por el mundo.
El jefe de la delegación cubana en la Fête de l’Humanité, Juan Miguel García, y el embajador del país caribeño en Francia, Otto Vaillant, expresaron la disposición de la isla a enviar médicos a suelo galo y a discutir el asunto con autoridades francesas.
Al respecto, aseguraron que existe la capacidad en recursos humanos, sin afectar al sistema de salud local.
También repudiaron las acciones de Washington contra los programas de cooperación médica y afirmaron que no impedirán la vocación solidaria de la mayor de las Antillas, traducida en décadas de presencia por todo el planeta y en la formación de miles de profesionales de otras naciones.
El dirigente comunista André Chassaigne destacó la voluntad de Cuba de apoyar a Francia y compartió criterios sobre el desafío a superar, considerando cuestiones de idioma, técnicas y organizativas, por lo que instó a desarrollar pilotajes que demuestren la viabilidad de la iniciativa.