Cartel de la Brigada Martha Machado en Guantánamo

El arte y su misión sanadora ha traído a estos artistas a los lugares más afectados de esta provincia guantanamera. Con ellos viene el sentir de los artistas educados en la política cultural de la Revolución, impregnados de la sensibilidad necesaria para convertir un libro, una película, un dibujo en una obra de arte humana, donde la sonrisa de la gente se convierte en el más alto obsequio a recibir.

Desde que Kcho plantó las banderas de “Gracias Fidel” y “Gracias Raúl” en el malecón baracoense, el arte se transformó en arma contra la tristeza. Las primeras casas de campaña tomaron por asalto el parque infantil, sitio que se recupera hoy del desastre provocado por la penetración del mar y el fuerte embate de las olas. Ese es el campamento de los niños, donde jugaron por primera vez después del huracán en un parque no tan parecido al que recordaban de días atrás, pero donde aprendieron después, de la mano de Daniel Rodríguez, la técnica del grabado con el Proyecto Prensa Callejera. Por las noches, el parque cambia para ser pista de baile, donde vecinos y curiosos se reúnen a compartir entre risas y cantos, ese único momento del día donde las preocupaciones aparentan desaparecer.

En su labor de multiplicar esfuerzos, la Brigada plantó bandera también en Yumurí, un poblado rodeado de agua de río y mar, cuyas casas se sostienen sobre un alfaque o barra (formación de tierra o arena en la desembocadura del río). Ahora los habitantes de la zona se reúnen al anochecer a ver películas, documentales, videos, en el pequeño ranchón a la entrada del puente sobre el río Yumurí, donde un haz de luz alumbra un enorme “Gracias Fidel” y otro inmenso “Gracias Raúl”.

Durante el día, se recorren otras localidades afectadas y se regalan flores a las mujeres a cambio de sonrisas y abrazos.

La gente agradece, sin necesidad de palabras, el cariño humano. Se contagian de entusiasmo cuando ponen en los carros, guaguas y ambulancias la imagen de la bandera cubana. Agradecen también la posibilidad de contar sus historias, de ser escuchados y, a su vez, ser alentados por esta oleada de arte que pone mensajes de amor y esperanza por todas partes. El pueblo cree en la Revolución y así lo sienten y lo defienden en cada espacio y oportunidad que se presenta.

Hoy levantamos una nueva carpa en el poblado de Asunción, en Maisí. Esta noche habrá fiesta y alegría donde apenas unos días atrás, solo alumbraba la luz de las estrellas en el encapotado, pero siempre hermoso, cielo baracoense.

Nuestra labor apenas comienza en este territorio. Los planes son enormes: construir una carpintería en Yumurí, donde se produzcan alfajillas para los techos de los damnificados; hacer cumpleaños colectivos para todos los niños de la zona; crear talleres de artes plásticas en las comunidades; llevar a las escuelas la técnica del grabado mediante la Prensa Callejera; TRABAJAR, TRABAJAR Y TRABAJAR, hasta devolverle a TODA Baracoa la alegría y la esperanza que necesitan y, por demás, merecen.

Presencia de la Brigada Martha Machado en Baracoa

Kcho con niños y maestros en Baracoa

Kcho entregando una flor a mujer baracoense

Niños baracoenses

Brigada Martha Machado en Guantánamo

Banderas cubana y del 26 de Julio en Baracoa

Brigada Martha Machado en Baracoa

Brigada Martha Machado en Baracoa