Daniel Romero y otros actores cubanos

Para cualquier actor el reconocimiento de su trabajo es una aspiración, sin embargo, para el joven Daniel Romero, quien interpretó a Pepe en el filme de Fernando Pérez, José Martí: El ojo del Canario, el mayor premio es el trabajo día a día y hacerlo como él quiere, afirma.

Sin embargo, Radio Reloj abordó a Romero, pues recientemente fue reconocido en Estados Unidos con el importante Premio Hola al mejor actor joven de excelencia visitante latino en 2016, por su actuación en la obra Diez Millones, escrita por Carlos Celdrán, Premio Nacional de Teatro y director de Argos Teatro, compañía con la que se presentó el pasado año en el Miami Day Country Auditorium y en el Teatro Reperterio Español, en Manhattan, Nueva York, donde le otorgaron el lauro.

Diez Millones atesora el Premio de la Crítica 2016, en Cuba, y por su trabajo Daniel Romero recibió el Premio de Actuación Adolfo Llauradó.

Sobre la obra, el reconocido actor apunta: Diez Millones invita al diálogo, nos pone a conversar pues las escenas son narraciones de los personajes en diferentes momentos de sus vidas, es una obra visceral, y yo creo que tiene mucho que ver con lo que es la familia, lo que hemos sido los cubanos, de dónde venimos. No es mi generación propiamente la que vivió así, pero de ahí vengo.
Daniel Romero

¿De qué armas te valiste para interiorizar tu personaje?

De los consejos de todos mis maestros, entre ellos Fernando Pérez, Fernando Echeverría, Nelda Castillo, Sandor Menéndez, Jorge Alba, Carlos Celdrán, me han dado herramientas para enfrentar personajes, pero al final el modo de llegar a ellos nunca lo sabes. A veces ni eres consciente de cómo lo lograste, uno se va armando, pero con el personaje de “Él” creo que tienes que tener bien claro de cuánto tú quieres a Cuba, de cuánto tú de verdad sientes por tu país, y que te duele lo que pasa, a veces eso mismo te hace entender un poco los procesos. Yo siempre digo la frase de Eliseo Diego: “No es por azar que se nace en un lugar y no en otro, sino para dar testimonio”

Creo que Cuba todo el tiempo está en constante cambio, si te pones a analizar, desde que llegaron los españoles hasta nuestros días ha sido eso, constante cambio, y si el ser humano se define por sus acciones, un país se define por lo que pasa en él constantemente.
¿A quién le dedicas el Premio Hola?

Siempre he tratado de ser consciente de mis acciones y de lo que quiero en la vida y eso se lo debo a mi familia, así que el Premio es para ellos, para mi novia, que nos conocemos desde hace 11 años y llevamos 7 de pareja, a mi abuela por parte de madre, el premio de Diez Millones también es para las abuelas, y para mis maestros, como Fernando Pérez, por su humildad inmensa y su sinceridad, y Carlos Cedrán, que es igual de humilde, abierto para aprender, muy inteligente.
¿Qué planes inmediatos tienes con Argos Teatro?

Ahora vamos a Los Ángeles, por un mes, participaremos en un Festival de los grupos más importantes del mundo, son como 20, los seleccionan y hacen como talleres y funciones Llegar ahí es muy importante, cada grupo envió videos y ellos escogieron quienes estarían, realmente es muy especial.

Tendremos en ese ámbito unas 6 funciones, estaremos allí del 29 de octubre al 19 de noviembre, luego regresamos a Cuba y una semana después nos vamos a México para otro festival en el que se harán otras funciones de Diez Millones, con esa obra ya estamos programados con mucho tiempo de antelación en el Kennedy Center, de Washington, para mayo del 2018.

También con Argos teatro hay otras cosas que están por salir, Carlos Celdrán piensa retomar Aire Frío, y entraría yo en el elenco, haría de Oscar. Está también Sistema, de Yandro el asistente de dirección del grupo, y aunque no estoy en esa obra, es importante porque es un espacio que Carlos les ofrece a los jóvenes para crear.

En Argos somos una familia, y la energía que se respira allí es de trabajo. Por supuesto para que un trabajo quede bien debe haber una conexión y armonía entre todos, nos va bien y tenemos bien definido lo que queremos.
Daniel Romero

Daniel tiene una actitud y manera de conducirse con arraigos martiano.

La película José Martí: El ojo del canario, me hizo conocer a Martí, fue a través de ella que lo conocí de verdad y hoy es como un ídolo. Cuando piensas en una palabra para definirlo es esencia pura, y él lo decía: “He visto mucho en el fondo de los demás y mucho en el fondo de mí mismo”, o sea, su grandeza consistía en conocer al ser humano, y de ahí sacó todo lo demás, la tolerancia, todo con lo que contaba para la gran labor que se propuso.

Yo lo tengo como un talismán, como un ancestro, pues creo que también lo es, él es el ancestro de todos los cubanos, aunque muchos ni siquiera lo sepan, pero era muy humano, capaz de hablar de todo, de filosofía, de política, de ciencia, de amor. Es un hombre increíble.

Después de hacer la película, he estado en Venezuela, México, en Nueva York, en Tampa, lugares donde estuvo Martí y ha sido para mí muy impresionante y significativo, pero el lugar más increíble  donde no he estado aún, es su tumba en el Cementerio de Santa Ifigenia, esa deuda la tengo y será muy emocionante cuando algún día pueda rendirle honores.