Sandunga, al ritmo de Cuba

En momentos en los que el país está volcado en la digitalización de diferentes servicios públicos para hacer mucho más viable la vida cotidiana a través del empleo de la wifi, de Transfermóvil o del Nauta-hogar, ha llegado la opción de acceder a una plataforma digital mediante la cual, a través de datos móviles, podemos descargar la música cubana de nuestra preferencia, junto a productos culturales afines.

Se trata del añorado eslabón, esperado durante tantos años, para enlazar, con la mayor eficacia posible, la imprescindible cadena cultural que conlleva el consumo de nuestra música a nivel de nación. Por lo tanto, esta criolla plataforma bautizada como Sandunga (estará disponible a partir del 15 de abril en la dirección web www.sandunga.cu), representa una respuesta estratégica en la voluntad de consolidar nuestra identidad desde perspectivas de honda trascendencia de carácter espiritual.

Si durante los años 80 podíamos acceder fácilmente a nuestras tiendas para comprar lo mismo discos de vinilo que tocadiscos, en los 90 el cambio de soporte de la música para el cd implicó un notable aumento del precio en relación con el salario promedio para poder adquirirlos en las tiendas y mucho más difícil todavía, comprar los reproductores digitales.

Tal situación provocó un divorcio entre lo que promovían nuestras casas discográficas y la posibilidad real de adquirir dichos discos por parte de la mayoría de muchos de nosotros. Ahora, con la aparición de Sandunga, se abre un camino propio, al estar programada a partir de softwares creados por nuestros ingenieros, que nos permiten navegar dentro del abarcador patrimonio musical cubano y cada quien puede escoger qué obra desea descargar para nuestro móvil a partir de un costo módico que irá disminuyendo en la medida en que aumente la demanda de este servicio.

Se trata de una oportunidad no solo para acceder directamente a proyectos discográficos de gran calidad, sino que permite disponer de las partituras, así como de las publicaciones sobre música de nuestras editoriales.

Si para el logro de semejante empeño se ha contado con el esfuerzo aunado entre la Onudi, el Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de la Música con sus distintas dependencias, es porque una frase que hizo época, a comienzos de los años 60, todavía conserva plena vigencia: consumir lo que el país produce, es hacer patria.