Polo Montañez. Foto: Tomada de Internet

La 8va. edición del Jolgorio para Polo Montañez tendrá lugar, este viernes 4, sábado 5 y domingo 6 de junio, en la comunidad Las Terrazas, en Candelaria, hoy en la actual provincia de Artemisa. Por primera vez el evento se hará de forma virtual y estará presente en todas las redes sociales.

A 66 años de su natalicio este 5 de junio, artistas de la comunidad le rendirán homenaje al Guajiro Natural, cuyo verdadero nombre es Fernando Borrego Linares, autor de las conocidas canciones Un montón de estrellas, Flor pálida, Si fuera mía, Si se enamora de mí, El rincón de mis ansias, y Dónde estará, entre las más de cien obras que compuso hasta su muerte, ocurrida el 26 de noviembre de 2002.

Para la ocasión estará disponible el video clip de la canción Jolgorio para Polo, de la agrupación Polo Montañez. También se podrá ver, de manera virtual, momentos de celebraciones anteriores, entre ellos, del concierto ofrecido por el cantante puertorriqueño Danny Rivera y el grupo Alabao, en 2016, que tuvo como invitado al cantautor cubano Waldo Mendoza.

 Polo Montañez
 

Igualmente, tendrán lugar conversatorios donde se resalta la vida y la obra de este inolvidable compositor e intérprete que en su corta pero fructífera carrera artística llegó a ser reconocido nacional e internacionalmente. Polo Montañez obtuvo en 2001, Discos de Oro y de Platino en Colombia, al vender 20 000 y 40 000 copias, de su disco Guajiro Natural (2000). Un año después alcanzó Disco de Oro en Cuba al también vender la cantidad de 20 000 copias. En 2003 resultó Premio Cubadisco por su álbum Guitarra Mía, del sello Lusáfrica.

 El Jolgorio para Polo Montañez es organizado por la comunidad y el complejo Las Terrazas, con el apoyo del Instituto Cubano de la Música y Cultura del territorio.

En abril de 2002 durante su presentación en el parque de Güines, como parte de la gira nacional que el artista realizó ese año, tuve la oportunidad de conversar personalmente con él. Durante el encuentro que sostuvimos pude darme cuenta de lo grande que era y de cuánto quiso a Cuba y a su terruño conocido como El Brujito, allí, donde al calor del trabajo rural y en contacto directo con la naturaleza, escribió sus primeras canciones y se hizo músico de forma autodidacta.

Hablamos de sus viajes a Francia y de su miedo a los aviones, de cómo había sido su vida hasta que lo descubriera José Da´Silva, presidente de la disquera Lusáfrica y lo invitara a grabar su primer disco; de cómo nunca abandonaría a nuestra Isla ni por todo el dinero del mundo. Conversamos de una manera sencilla, locuaz y hasta simpática pues contrario a lo que yo me esperaba, que era verlo fumándose un tabaco, no pude menos que sorprenderme al verlo llevar, por momentos, a sus labios un cigarrillo prendido en una boquilla, una forma de fumar nada criolla y si muy a la manera europea, con toda seguridad aprendida en Francia.