Tributo de excelencia

Me he robado para el título de este texto las palabras de la musicóloga Neris González Bello en las notas discográficas de este CD-DVD que recoge el concierto en vivo con que el músico cubano Carlos Miyares homenajeó a los legendarios Irakeres durante la última edición presencial del Jazz Plaza.

"...se trata de un producto de excelencia, cuyo propósito es reverenciar a una de las orquestas señeras de la música popular cubana y universal. De cierto, sobran las razones para homenajearla. Debido a sus innovaciones e ineludibles aportes al jazz latino y afrocubano, se puede hablar en la isla y en buena parte del orbe de un "antes" y "después" de Irakere. una de las más auténticas agrupaciones de casi medio siglo de creación contemporánea. Su propuesta, caracterizada por la creación de nuevos conceptos orquestales, devino referencia y modelo, revolucionó el panorama musical nacional  y sentó las bases de la nueva oleada de proyectos que emergieron en etapas posteriores", escribio Neris.

El álbum es una colaboración entre Producciones Abdala y el Centro Nacional de Música Popular, el propio Miyares contó a la prensa que el Centro Nacional de Música Popular, específicamente su Director, le dio la opción de escoger el músico o agrupación para hacer un tributo musical y él se decidió inmediatamente por Chucho Valdés e Irakere.

"Luego vino encontrar a los músicos", comentó, pero basta mirar la nómina que lo acompañó, algunos jóvenes y talentosos instrumentistas y otros consagrados, que incluso hicieron parte de Irakere, como el reconocido saxofonista Germán Velazco, para quien fue "una experiencia muy emocionante, me llevo 30 ó 40 años atrás.

"La idea de Miyares fue fantástica, lograr reunir este grupo de músicos y el repertorio, sobre todo el repertorio que allí se hizo. Tener la visión de encontrar a una persona como Mandy, que recreó a Oscar Valdés magistralmente y en general la energía que fluyó en el concierto, fue algo mágico lo que pasó allí. Nosotros estuvimos ensayando hasta la prueba de sonido y después todo funcionó tan bien que yo mismo me sorprendí, y es que Irakere es místico, es algo que va a seguir y es bueno que estas cosas pasen, porque hay jóvenes que no lo conocieron, así que hay que seguir recreando esta música para que las futuras generaciones la conozcan..."

Esa también es la expectativa de Miyares con esta propuesta: "Espero que llegue a las nuevas generaciones, a las escuelas de arte, al público que en una época disfrutó de esta banda que para mí es la mejor que ha existido en Cuba hasta hoy, que tuvo la oportunidad de hacer repertorio de concierto de jazz afrocubano y repertorio de música popuar bailable y pegar varios éxitos a través de la historia".

En Tributo a Chucho Valdés e Irakere, el saxofón tenor de Carlos Miyares sale a escena acompañado de Germán Velazco en el altp, Alexander Abreu en la trompeta, Tony Rodríguez al piano y Harold López- Nussa en piano y teclados. Estuvo Rafael Passeiro en el bass; drums Juan Carlos Rojas "El Peje" y los percusionistas Adel González y Yaroldy Abreu. Mandy Cantero le puso la voz al concierto.

"El saxofonista no se propone subvertir el espíritu de Irakere; más bien lo preserva, para que llegue incólume a las nuevas generaciones, lo que le otorga al fonograma un significativo valor cultural. Estamos ante un artista que asume e interviene en el mismo lenguaje de las matrices originales, los cánones establecidos por otros autores para la orquesta Irakere", destacó Neris González Bello.

"Parece que todos los ancestros estaban ahí", siente Carlos Miyares y nadie se atreve a dudarlo, pues qué mejor invocación que la Danza Ñáñiga de Chucho Valdés, su "Bacalao con pan", el "Iya" de Arturo Sandoval o un popurrit de éxitos en el que no faltaron "No quiero confusión", de José Luis Cortés; "Yo sí tengo el uno", de Jesús Morales, o "Que se sepa que yo soy de La Habana", de Oscar Valdés.