Ballet Nacional de Cuba

La Habana, 19 oct. - Encantador, técnico y etéreo, con una belleza y originalidad elogiadas allí donde se presente por el mundo, el Ballet Nacional de Cuba (BNC) contagia este octubre su esplendor, a la altura de sus 75 años de fundado.

 

El día 28 es la gran celebración en el Teatro Nacional de Cuba, y esa noche emergerán bajo las luces, rompiendo las barreras de la realidad, el tiempo y la distancia, Gisselle y Alicia Alonso, los maestros fundadores y los jóvenes bailarines, las Cuatro joyas y las primeras figuras, y todo lo que ha dado brillo y excelencia a esta institución a través de la historia.

Siete décadas y media en una Temporada de Jubileo por todo lo alto ha querido regalar al público esta compañía fundada en 1948; pero a la vez ensancha la escena.

Exhibe fotografías y producciones cinematográficas, presenta libros y vuelve a las raíces, retoma las visitas al pueblo cubano en hospitales y centros de estudio y trabajo; comparte, explica y revela su arte, como en tiempos de Alicia, Fernando Alonso y Alberto Alonso.

Y en este recorrido por el alma del pueblo cubano resuena la voz en clases magistrales del historiador del BNC, doctor Miguel Cabrera, con sus charlas didácticas bajo el título Un encuentro con la danza, la técnica, la expresión y los estilos.

Qué es el ballet, cómo y cuándo surgió, cuáles son sus principales escuelas en el mundo, cómo evolucionó hasta hoy, por qué se reconoce que en una pequeña isla del Caribe existe una Escuela Cubana de Ballet, a la par de las grandes potencias de la danza en puntas.

Estas y otras interrogantes responde el historiador Cabrera al público en cada plática, tal como hiciera recientemente en el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, en La Habana.

Allí la primera bailarina Viengsay Valdés, directora general del BNC, recibió el 17 de octubre último de manos del director de la institución médica, doctor Miguel Estévez, un reconocimiento por los 75 años de creada la compañía, justo en la fecha en que se cumplía el cuarto aniversario del fallecimiento de la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, fundadora de la agrupación.

Junto a Viengsay, también hicieron suyo este honor recordados exintegrantes de la agrupación danzaria como los maestros Svetlana Ballester y Félix Rodríguez, y también los jóvenes bailarines Nadila Estrada y Alejandro Alderete.

Estos últimos interpretaron en la sala teatral del Hospital Hermanos Ameijeiras los movimientos y bailes que iba explicando Cabrera en su conferencia magistral, con pinceladas del ballet desde el siglo XVI a la actualidad, y hasta una combinación de danzón y rumba cubana.

Al decir del historiador del BNC, con encuentros como este se revive uno de los frentes que la compañía enarboló desde sus inicios: el contacto directo con el pueblo.

Recordó que este se hizo patente desde los años 50, cuando se sacó el ballet de los teatros y la gente de pueblo vio por primera vez las obras El lago de los cisnes y Gisselle, y sucesivamente todos las presentaciones que se hicieron antes y en la etapa de Revolución.

Volviendo al encuentro en el Hospital Hermanos Ameijeiras, Nadila y Alejandro en una hermosa demostración plena de gracia y técnica, compartieron con el público el movimiento de sus cuerpos a través de las bellezas de los clásicos, la música, los gestos y emociones humanas.

Con su baile enseñaron cómo pueden estar presentes en las piezas de ballet desde los más aborrecibles sentimientos de los personajes hasta las más sublimes pasiones, desde el amargo rechazo y el dulce beso, hasta la divinidad de lo etéreo.

En palabras del historiador Cabrera, el 28 de octubre de 1948 inició una trayectoria que incluye entre sus vertientes el dar a conocer al pueblo cubano la riqueza coreográfica de un arte nacido hace 500 años; y también desarrollar la labor pedagógica en la formación de nuevas generaciones de bailarines.

Proclamó que en ese legado estará siempre presente Alicia Alonso, quien más allá de su existencia terrenal seguirá viviendo en cada una de las funciones de Ballet Nacional de Cuba, cuando se abre la cortina.