Trabajador Hidráulico

Sin considerar las nuevas obras de los trasvases en ejecución, en Cuba existen 239 presas con una capacidad de embalse de más de 8 mil700 millones de metros cúbicos, que constituyen evidencias de la voluntad hidráulica promovida por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

También se cuenta con 788,4 kilómetros de canales magistrales y 16 grandes estaciones de bombeo, administradas por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), señalaron especialistas de sector en coincidencia hoy con la celebración del Día del Trabajador Hidráulico.

En un ejemplo de los resultados de la cruzada encabezada por el máximo líder de la Revolución Cubana, indicaron que a esa infraestructura se agregan 805 micropresas, capaces de acumular una cifra superior a los 600 millones de metros cúbicos y más de 25 mil kilómetros de canales de riego y drenaje.

Ambos son patrimonio del Ministerio de la Agricultura y del Grupo Azucarero AZCUBA que, además, administran más de 35 mil estaciones de bombeo, precisaron las mismas fuentes en sus datos encaminados a demostrar el valor de tales obras en ramas de carácter estratégico para la alimentación de la población. 

Solo en el caso de la agroindustria azucarera y sus derivados son vitales en la transformación productiva de la nación, por su potencial de producción de alimentos para el pueblo y fuente segura de comida animal, así como suministradora de materia prima a otras industrias, entre ellas alimentaria, farmacéutica, bebidas, perfumería y otras.

El paso del ciclón Flora en octubre de 1963 por la zona oriental de Cuba provocó inundaciones ocasionadas por sus intensas lluvias, mil 126 personas muertas y cuantiosas pérdidas materiales.

Tras las devastaciones en Las Tunas, Granma, Holguín y Camagüey, Fidel anunció la necesidad de construir obras hidráulicas que garantizaran el control de los grandes volúmenes de agua provenientes de las intensas precipitaciones.

Incluso, era imperioso también contar con la infraestructura necesaria para almacenarla y asegurar su disponibilidad en caso de extensos períodos de sequía, como la que se ensañó con la Isla en 1961 y 1962.

Así surgió, fomentada por Fidel, la Voluntad Hidráulica, para desarrollar ese recurso y convertirlo en patrimonio común en función del abastecimiento a la población y los sectores agrícola e industrial, además de la prevención de embates de fenómenos naturales.

Su concepción sobre el particular tiene plena vigencia en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, bajo la dirección de su primer presidente y fundador: el Comandante Faustino Pérez Hernández (1920-1992) desde el 10 de agosto de 1962 hasta mayo de 1969.

Por el hecho de haberse constituido el INRH en 1962, desde 2000 se celebra el Día del Trabajador Hidráulico, en homenaje también al hombre considerado la mano derecha de Fidel en la multiplicación del potencial hídrico de la nación.