Inés María Chapman, presidenta del INRH.

Luego de una breve presentación de la Presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos durante la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, los diputados cubanos aprobaron la Ley de Aguas Terrestres.

La Ley aprobada, ordena la gestión integrada y sostenible de las aguas terrestres en Cuba, en función del interés general de la sociedad, la salud, el medio ambiente y la economía.

Asimismo establece claramente cuáles son las medidas a tomar para su protección, sobre la base de su planificación y preservación en armonía con el desarrollo económico y social sostenible y la protección del medio ambiente.

Chapman informó que como resultado de las más de 200 propuestas hechas por los diferentes actores de la sociedad, el documento inicial fue modificado en un 37, 7 por ciento.

Detalló que el instrumento legal constará de 13 títulos, 29 capítulos, 15 secciones, 127 artículos, dos disposiciones especiales e igual cantidad de transitorias, seis disposiciones finales y un glosario de términos.

Durante su intervención, Inés María enfatizó que las aguas terrestres son un recurso natural renovable y limitado. “Para Cuba las lluvias constituyen la principal fuente de este preciado líquido y su frecuencia está disminuyendo; por tal motivo, resulta necesario gestionar de manera integrada el uso de este recurso tan importante para la vida”, precisó la Chapman.