Turistas disfrutan de la naturaleza
La Habana, 9 sep (PL) Cuba constituye hoy una verdadera fiesta para quienes aman la naturaleza, debido sobre todo a su inigualable verdor y lo bien conservado del medio ambiente, tal y como lo explican los guías de turismo.
 
Es el caso de que el color cubano es tan brillante y la naturaleza de una exuberancia tan vívida que parece un paseo por un espacio de cuentos y leyendas en lugar de un panorama real, al cual se puede ir de vacaciones.

Cuba es una isla impresionante, refugio de corsarios y piratas en sus tiempos de correrías por el Mar Caribe, sitio de historias diversas y paisajes que enfrentaron el tiempo y la voracidad de la civilización.

Pese a haber perdido sus más frondosos bosques, hoy día aún se conservan ecosistemas en perfecto estado, sobre todo en las regiones más orientales, en el centro del país y el extremo occidental.

Se trata de un archipiélago con 110 mil 922 kilómetros cuadrados, incluidos 746 kilómetros de costas (una longitud general de mil 250 kilómetros desde el más occidental Cabo de San Antonio hasta la más oriental Punta de Maisí).

Para completar el panorama de estadísticas geográficas se debe recordar que posee 200 bahías, unos dos mil cayos e islotes y 588 kilómetros de playas clasificados por su importancia para el turismo.

Como es sabido, a Cuba llegan anualmente más de cuatro millones de visitantes extranjeros, en principio con una preponderancia del llamado descanso de sol y playa, sumado a incentivos y congresos, salud, cultura, náutica y, sobre todo, naturaleza.

Mucho tiene que aportar la ínsula en materia del verde, los paseos que proponen los turoperadores son a veces de un día o de una semana, o más tiempo, según el gusto.

Un matrimonio de observadores de aves, o un grupo de jóvenes estudiantes -por poner estos ejemplos- reciben explicaciones pormenorizadas del ambiente por donde transitan.

Y si se trata de estudiosos, la información que se les brinda es más especializada, con detalles de los trabajos de protección y de las especies en su derredor.

Otro ejemplo de paseos demandados está en el más emblemático sitio oriental de la Sierra Maestra, el Pico Turquino, la montaña más alta con mil 974 metros.

Ese Parque Nacional, con 17 mil 450 hectáreas, está repleto de ríos, bosques, cumbres, valles, aves, sin embargo, de este verdor maravilloso hay mucho, en muchas partes de Cuba.