Un coral que semeja un helado derritiéndose por el incremento de las temperaturas pudiera ser una imagen para una película de ficción sobre el Cambio Climático en Cuba. Sin embargo, aunque en la realidad los arrecifes coralinos no se derriten, sí son muy vulnerables al incremento de las temperaturas, pues estas ocasionan su blanqueamiento y otras enfermedades, que asociadas a otros impactos naturales y antrópicos, pueden provocar la muerte de los Corales, un ecosistema protector de la ZonaCostera, aportador de arena para las playas y hábitat de muchas especies comerciales en algunos de sus estadios de vida.
Por esas razones, el estudio, protección y rehabilitación de este ecosistema es uno los objetivos que se propuso el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, más conocido como TareaVida, que ester mes de abril cumplió sus primeros cuatro años, el periodo concebido como de corto plazo; además del medio, largo y muy lago plazos, este último hasta el año 2100, con estimaciones de impactos y acciones a ejecutar.
Aunque desde los años 90 del pasado siglo en Cuba se viene investigando y adoptando políticas que tienen en cuenta el cambio climático y sus impactos en la zona costera, la diversidad biológica, las comunidades, la salud humana, la agricultura, entre otros dimensiones de la vida, el 25 de abril de 2016 se adoptó la decisión de conformar un Plan de Estado, que sitúa la gestión de gobierno frente a esta amenaza en un nivel más alto, caracterizada por una permanente atención del presidente de la República y la plena incorporación de la dimensión climática a los planes de desarrollo.
Existe consenso en la comunidad científica cubana en que el clima en nuestro archipiélago tiene la tendencia a ser más cálido, seco y extremo. Las mayores evidencias comprobadas son el incremento de la temperatura media anual, condicionado por el aumento de la temperatura mínima; la disminución de la nubosidad; sequías más intensas y prolongadas, si bien menos frecuentes; el incremento de las precipitaciones mayores de 50 mm; y una mayor influencia anticiclónica, según describe la Tercera Comunicación Nacional a la Covención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
El Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, denominado Tarea Vida constituye un plan de acción integral, conformado por cinco acciones estratégicas, once tareas y 15 zonas priorizadas del país en su zona costera de 6073 km. Las tareas están dirigidas a la solución a corto, mediano y largo plazos de problemas ambientales, sociales y económicos específicos, como es el caso de la conservación y recuperación de las playas o la reforestación, con un énfasis en la adaptación a los impactos actuales y futuros del cambio climático.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de Cuba son mínimas a escala global, las emisiones brutas totales contabilizaron 50 213.7 kt CO2 eq, y fueron un 6.2 % menor que en el año base (1990); por su parte, las emisiones netas representaron 23 066.5 kt CO2 eq, un 38.2 % menos que las correspondientes al año 1990.
Ello demuestra que la tendencia ha sido a la disminución, aunque como país en vía de desarrollo y pequeño estado insular, Cuba tiene que desarrollar su economía y ello puede implicar un crecimiento de las emisiones; aunque el incremento de la cobertura boscosa hasta un 31.5 % del territorio nacional, producto de la reforestación, contribuye a la remoción de gases efecto invernadero.
Aunque no ajena a los impactos prolongados de una pandemia, la Tarea Vida le ha incorporado una nueva dimensión no solo a la gestión climática, sino a toda la gestión ambiental del país, pues muchos aspectos se interrelacionan y las soluciones necesitan de un enfoque integral.
Todavía hay mucho por hacer, apenas se está comenzando. De ello hay conciencia en la dirección del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (#CITMA), organismo que lógicamente coordina este Plan de Estado. Por nuestra parte, por estos días Naturaleza Secreta produce un documental sobre la Tarea Vida, sus desafíos y los resultados en estos cuatro años de vida. Espere próximas publicaciones sobre este tema.
