Oficialmente, la temporada de huracanes 2025 inicia el 15 de mayo en el Pacífico oriental y el 1 de junio en el Atlántico, mientras que, en ambos sitios, concluye el 30 de noviembre. Sin embargo, los pronósticos pueden tener un margen de error considerable y todo parece indicar que habrá un inicio adelantado de este fenómeno. ¿A qué se debe?
En 2021, el Centro Nacional de Huracanes (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos comenzó a emitir sus pronósticos meteorológicos tropicales desde el 15 de mayo, dos semanas antes de lo habitual. La decisión se tomó tras seis años de tormentas tempranas.
Por ejemplo, en 2012, 2016 y 2020 se formaron dos tormentas con nombre antes de lo previsto. Incluso, en 2020 casi hubo tres, con la formación en junio de la tormenta tropical Cristóbal.
Sin embargo, de acuerdo con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los pronósticos emitidos en julio son más precisos porque integran las condiciones atmosféricas y oceánicas previas al pico de la temporada de huracanes.
Pese a todo, las previsiones actuales indican que la temporada será ligeramente más activa de lo normal en el Atlántico.
La experta detalla que, en la actualidad, el planeta atraviesa una fase neutra de la oscilación climática conocida como El Niño-Oscilación del Sur. Esto quiere decir que las temperaturas del Pacífico tropical están dentro de los rangos normales, pero esta situación dificulta identificar patrones claros sobre el comportamiento de los ciclones.
Por otro lado, aunque la actividad temprana se debe en gran medida a las aguas más cálidas, es una tendencia que los expertos llevan años observando. En ese sentido, ahora se sabe que el agua cálida actúa como combustible para los huracanes, al proporcionar calor y humedad que posteriormente suben a la tormenta y la hacen más fuerte.
Dicho en otras palabras: cuanto más caliente esté el agua, mayor será la energía disponible para el huracán. Además, una atmósfera mayormente cálida retendrá gran cantidad de humedad y, por ende, convertirse en campo fértil para estos fenómenos.
Por ahora, no ha sido confirmada la formación de ningún sistema tropical, pero los modelos meteorológicos prevén la posibilidad de una amplia zona de baja presión frente a Centroamérica.