“Casi tenemos encima la temporada ciclónica”, dice el viejo Eladio con cierto aire de preocupación. Su casa, en la costa oeste habanera, ha resistido varios fenómenos meteorológicos; unos más fuertes que otros. “Pero el techo ya no es el mismo; muchos años faja’o con los temporales de agua”.
Una sonrisa pretende insinuarse en el rostro de este hombre septuagenario y campechano. Entonces posa la mirada en sus manos marcadas por largas y duras jornadas de trabajo como estibador.
“¡Que no se equivoque el tiempo, todavía puedo romperle los malos instintos si quiere meterse con lo mío!”. Reímos juntos de esta broma que, para Gladys, su esposa, es más bien una certeza. Al escucharlos, imagino cuántas veces los ha retado la naturaleza en casi medio siglo de vida compartida.
Intentando visualizar la fortaleza de ambos, y luego de aceptar una “tacita de café recién cola’o”, intento serenar las inquietudes “huracanadas” de este simpático matrimonio. Sin embargo, apenas logro convencerlos cuando les comento las previsiones recientemente anunciadas por el Dr. José Rubiera.
La confianza del público cubano en los pronósticos del Dr.José Rubiera suele ser incondicional. Foto: tomada de tribunadelahabana.cu
Desde su canal en YouTube “El tiempo en el Caribe”, el prestigioso meteorólogo cubano y vicepresidente del Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial, confirmó que la próxima temporada ciclónica 2025 —del 1 de junio al 30 de noviembre— será, no solo muy activa, también estará por encima de lo normal.
Así lo predicen los organismos globales, incluyendo los de Cuba, encargados de descifrar los eventos meteorológicos en el área del Caribe, el Atlántico y el Golfo de México.
Y aun cuando el conglomerado de modelos augura, en general, un número de tormentas tropicales por debajo de las ocurridas en 2024, todos coinciden en que la actividad superará lo registrado en el promedio histórico, que suele ser de 14 tormentas y siete huracanes; de ellos, tres de gran intensidad.
Incluso, esta etapa pudiera llegar a generar cuatro huracanes con esa categoría, explicó Rubiera refiriéndose a los estimados.
El comportamiento de la próxima temporada de tormentas tropicales se anuncia muy activa y por encima de lo normal. Foto: Internet
Al describir algunas de las perspectivas, el también especialista en Huracanes en el Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología, tuvo en cuenta las formuladas por expertos de Cuba, del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio y del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Para los cubanos, el comportamiento rondaría las 15 tormentas tropicales y ocho huracanes; según los europeos serán 14 y siete. En tanto, los estadounidenses, a diferencia de sus colegas vaticinan entre 13 y 19 tormentas, y de seis a nueve huracanes, de los cuales, entre tres y cinco podrían alcanzar la categoría de gran intensidad.
Al margen de esos augurios, el Dr. Rubiera, desde su vasta experiencia y acertados pronósticos, amplía en argumentos al recomendar ecuanimidad frente a los pronósticos.
“Lo importante aquí, sobre todo, es recalcar que nadie, absolutamente nadie, sabe por dónde pasará un ciclón tropical con tanto tiempo de antelación”, aclara a la vez que insiste en una sabia advertencia:
“Resulta significativo estar preparados, pero sin alarmas. El proceder sería esperar a que aparezca la formación de un fenómeno tropical y que los organismos encargados hagan los pronósticos de sus posibles trayectorias e intensidad.
“Es en ese momento cuando las personas que probablemente sean afectadas deben prestar atención a las informaciones de los servicios meteorológicos oficiales de cada país y a los voceros de estos”.
Las palabras de Rubiera resultan ciencia aprendida por los habitantes de esta isla, a quienes les sobran inventiva e ingenio. Lo cual recuerda aquella sentencia criolla de “ni antes ni después del parto, en el parto”.
No obstante, abundan las ocasiones en que la realidad trasciende cualquier esfuerzo humano cuando de esquivar aletazos de la naturaleza se trata.
Bien lo saben Eladio y Gladys. En sus mentes todavía laten las embestidas feroces de la llamada Tormenta del siglo o del huracán Charley (azotó al oeste de La Habana con lluvias intensas y rachas de vientos superiores a los 200 km/h).
Charley se incluye entre los huracanes más devastadores que ha azotado el occidente cubano en este siglo. Imagen: Tomada de Cubadebate
La magnitud de esos sistemas marcó sus existencias últimamente. “Con el Charley, las paredes de esta casa temblaron, no sabemos si de miedo o por la intensidad escalofriante de los vientos”, evocan medio en broma y con algo de suspicacia.
Otros datos de interés
Durante la presentación en su canal de YouTube, el Dr. Rubiera manejó interesantes y numerosos datos. Todos avalan la confiabilidad de los modelos que califican de “muy activa” la próxima temporada ciclónica 2025.
Para los pronósticos se fijaron en las “condiciones generales, oceánicas y atmosféricas que pueden influir en toda nuestra amplia área geográfica, que abarca desde África, Océano Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México. Incluso el Océano Pacifico Oriental, debido a que allí se encuentra el evento Neutro ENOS, que de hecho tendrá su influjo”, expuso.
Al enumerar los factores que intervienen de forma decisiva en la actividad ciclónica, el especialista planteó, en primer lugar, la temperatura del mar, la cual deviene en combustible esencial para generar las tormentas tropicales.
Si bien a lo largo de las costas de Centroamérica y desde el centro de México hacia el Sur, por la parte del Pacífico, las temperaturas están muy altas, afortunadamente no ocurre así en las zonas donde se forman los ciclones (Este de África Occidental), que están algo frías todavía, apuntó Rubiera.
En cambio, señaló como anomalía que se observa un agua muy cálida en el Golfo de México y el Mar Caribe.
Gran incidencia tienen la altas temperaturas del mar en la formación de sistemas ciclónicos. Imagen: captura de pantalla del canal de YouTube del Dr. José Rubiera.
"En segundo lugar, influirá el estado en que se encuentre el evento ENOS (una contracción de El Niño, La Niña o Neutro). A lo largo de la presencia de El Niño, la actividad ciclónica tiende a disminuir; aunque si la temperatura del agua es muy cálida puede sobrepasarlo como ya ha ocurrido”.
En cuanto a estos sucesos, el científico argumentó que si bien en el transcurso del período de La Niña existe una alta incidencia ciclónica en el Atlántico, en los años de Neutro la ocurrencia está un poco por debajo. “Es decir, podrá ser un año activo, pero no tanto como con La Niña”.
Actualmente “existe una alta probabilidad de que el fenómeno Neutro acompañe la mayor parte de la temporada y llegue hasta agosto, septiembre y algo de octubre”, remarcó.
Imagen: captura de pantalla del canal de YouTube del Dr. José Rubiera.
De igual modo, precisó que desde el trimestre octubre-noviembre-diciembre, se prevé que La Niña eleve un poco más su influencia. No obstante, tampoco se descarta la ocasión de contar con las condiciones Neutras. En definitiva, la presencia de cualquiera de los dos dará una temporada activa, enfatizó.
Las evidencias que fundamentan una dinámica actividad ciclónica en nuestra área geográfica este 2025 están a la vista. Prestigiosos servicios de meteorología ya han dado la voz de aviso.
Ciertamente, cubanos como Eladio y Gladys conocen muy bien que acomodar las providencias no siempre garantizará salir airosos de una situación climática adversa.
“Pero lo que no debe pasar es que un huracán nos pesque medio entretenidos. Al menos en mi casa nunca le vamos a poner ‛al mal tiempo buena cara’”, sentencia el viejo Eladio y su risa sonora y diáfana suena como un mantra en la calurosa tarde de mayo.