14 de febrero

Se acerca el 14 de febrero y mis amistades me cuentan sus planes:

“Que para ese día van, finalmente, a bajar de peso”.

“Que para ese día, ya lo han decidido, saldrán del closet”.

“Que antes de ese día terminarán, definitivamente, la relación que no funciona”.

Los seres humanos somos así. Nos ponemos fechas límites. Muy a menudo en días que aún no han llegado, días que de tan lejanos hacen que nuestras metas asusten menos.

Pero, ¿sabes qué te digo?: Hoy es el primer día del resto de tu vida. Y la verdad es que… solo tienes el aquí y el ahora.
 
Mientras estés vivo, ¡siéntete vivo!

No esperes el 14 de febrero para bajar de peso. O para anunciarle al mundo que siendo mujer te gustan las mujeres. No salgas del closet mañana; ¡sal hoy!

Si extrañas algo que hiciste, vuelve a hacerlo. Y una vez que lo hagas: sigue… ¡aunque todos esperen que abandones!

Pase lo que pase, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti.

No importa si es hoy, o cualquier otra fecha señalada en el año: haz que en vez de lástima te tengan respeto.

Y si en el día de hoy no puedes correr, trota. Si no puedes trotar, camina. Y si ni siquiera caminar puedes caminar, apóyate en alguien. Pero nunca, fíjate bien, te lo ordeno: Nunca te detengas.