Escuchar música

Cuando se escucha música se siente un bienestar que enriquece el espíritu de manera incomparable a otro placer.

Tiene el don de trasladarnos a otros momentos en los que fuimos felices que vuelven como si de nuevo se vivieran.

Los científicos aconsejan que se le debe de poner más música a la vida, ya que está comprobado que las personas que de joven la disfrutaron, continuarán regocijándose con esta, aunque ya peinen canas.

Puede hacer más cosas por la salud que las que se imaginan. Ayuda a mover los pies, levanta el ánimo pero, aún así se le adiciona otros beneficios."Cuando escuchas o creas música, afecta en cómo piensas y sientes, afirma el neurocientífico Dr. Robert Finkelstein, quien codirige la iniciativa de Música y Salud de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).

"Hoy en día, las tecnologías modernas ayudan a los investigadores a aprender más sobre cómo funciona el cerebro, qué partes de éste responden a la música y cómo la música puede ayudar a aliviar los síntomas de ciertas enfermedades y afecciones"- explica-.

"El sonido es una fuerza importante y profunda en nuestras vidas", explica la neurocientífica de la Universidad de Northwestern, Dra. Nina Kraus. "Cuanto más ejercitamos nuestro procesamiento de sonido en el cerebro, mejor se vuelve el cerebro para dar sentido al sonido y al mundo “.

La música y el bienestar humano

La música afecta más que las áreas del cerebro que procesan el sonido. Usando técnicas que toman imágenes de ese órgano como una resonancia magnética funcional, los científicos descubrieron que la música afecta otras áreas del cerebro.

"La música puede ayudar a facilitar el movimiento", explica Finkelstein. Los científicos financiados por los NIH están investigando si la música puede ayudar a los pacientes con trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson, que pierden lentamente su capacidad de caminar y moverse con el tiempo.

También hay evidencia de que la música puede ser útil para personas con otras condiciones de salud, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia, las lesiones cerebrales traumáticas, los accidentes cerebrovasculares (ACV), la afasia, el autismo y la pérdida de audición.

Tocar un instrumento musical involucra muchas partes del cerebro a la vez. Esto puede beneficiar especialmente a niños y adolescentes, cuyos cerebros todavía están en desarrollo. Introducir en la música a los niños pequeños puede influir positivamente en su capacidad de
concentración, cómo actúan y el desarrollo del lenguaje.

El equipo de investigación de Kraus en Northwestern estudia cómo el entrenamiento musical influye en el desarrollo del cerebro; descubrieron que la música tiene efectos positivos en las habilidades de aprendizaje de los niños, incluso cuando el entrenamiento comienza en la escuela secundaria.

Estos cambios afectan la capacidad de aprendizaje y pueden ayudar a mejorar habilidades como leer y escribir; los beneficios también pueden ser duraderos."Un poco de música hace mucho, pero cuanto más escuchas o practicas, más fuerte se vuelve tu cerebro" dice Kraus.

A medida que los científicos continúan aprendiendo más sobre la música y el cerebro, intenta captar la fibra sensible de la música para la salud. Ya sea que se busque mejorar el estado de ánimo, mantenerse conectado con los demás o mejorar los síntomas de un problema de
salud, es importante añadir un poco de música a la vida.

Piano

"Pensar en la música como la aptitud física o lo que se come", dice Kraus. "Para obtener beneficios en la salud, intentar incluir la música como una parte regular y constante de la vida. Nunca es demasiado tarde para agregar música a la vida", concluye el especialista.

Según varios sitios consultados en INTERNET: a medida que sea el género musical serán los efectos en el cerebro: el rock genera adrenalina en el cerebro con un incremento en la resistencia a la hora de hacer ejercicio; la música clásica le proporciona al cerebro un
mejor ambiente para desarrollar ideas y restablecer conexiones neuronales y ayuda a la concentración y a optimizar los procesos de aprendizaje; el pop comparte con la música tecno el hecho de que fomenta la alegría y apacigua los miedos y temores; el Jazz y el blues
fomentan la liberación de las inquietudes: es un género apropiado para buscar la reflexión y el sosiego.

Por otra parte el Hip hop y la música electrónica estimulan el cerebro, por lo que se consideran apropiadas para la práctica del ejercicio físico; la salsa inyecta al cerebro una combinación de dopamina y adrenalina. Este tipo de música ayuda a liberar el estrés, al producir beneficios físicos, emocionales y mentales; el Reggaetón no es la mejor opción para concentrarse o relajarse, pero si nos resultará una elección acertada si realizamos ejercicio, y el metal genera inicialmente una explosión de estímulos que una vez se apaga se convierte en reflexión y nostalgia.

Ruido


Escuchar música desencadena una enorme cantidad de reacciones en el cerebro que tienen efectos directos sobre el estado de ánimo y el humor. Entre otros, consigue que nos evadamos de las preocupaciones y aporta relax y sosiego.

La música es capaz de reducir en el cuerpo los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés y la ansiedad. Ayuda a combatir el dolor. Varios estudios han puesto de manifiesto la capacidad de la música para reducir el dolor crónico producido por enfermedades como
la artrosis o la artritis reumatoide.

Escuchar música relajante durante al menos 30 minutos al día provoca que la presión arterial se reduzca, mejorando la circulación sanguínea y por tanto la salud cardiaca. Además, también tiene efectos positivos sobre la respiración que se traducen en beneficios cardiovasculares.

Escuchar música ayuda a aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo, además de reducir la sensación de fatiga; contribuye a sentirse más activos y vitales.

Fuentes consultadas: neurocientífico Dr. Robert Finkelstein y la neurocientífica de la Universidad de Northwestern, Dra. Nina Kraus, entre otras.