Sacan a flote barco varado en la bahía de CienfuegosEl barco Destint, varado con 29 mil toneladas de arroz en la entrada de la bahía de Cienfuegos, ya fue sacado a flote  y fondeado hoy por expertos de la empresa Prácticos del Puerto Centro Sur.

Rafael González Pavón, director de esa entidad que atiende las ensenadas del sur de Cuba desde Ciego de Ávila hasta Cienfuegos, declaró en exclusiva a la ACN que a las 11 y 10 minutos de la noche del  martes - a la hora que se produce el paro de la marea-,  comenzaron a realizar las maniobras para sacar la embarcación de su varadura.

Los remolcadores Perla del Sur y Aries II, este último el más moderno con que cuentan en la provincia, asumieron las operaciones.

Estas acciones las acometieron luego del visto bueno de especialistas y buzos, y de que tanto el capitán de la nave como la tripulación confirmaran que el barco no presentaba averías en el casco y en otras partes de su estructura.

González Pavón indicó que la nave posee unos 170 metros de eslora y 27 de manga, así como máquinas de gran potencia para navegar.

Agregó que a la ensenada cienfueguera han arribado buques de mayor porte como los tanqueros Petion y Sandino con 228 metros de eslora y una carga superior, aunque estos entraban de día con el acompañamiento de dos remolcadores y a una hora de diferencia del paro de marea.

En cambio, el arribo del buque de arroz encontró condiciones desfavorables como una bahía de Jagua turbulenta por la descarga de cuatro ríos crecidos por las intensas lluvias de la tormenta subtropical Alberto, y los consiguientes arrastres de  ramas.

Pavón, con varias décadas de experiencia, dijo que es mucho más difícil maniobrar una embarcación en agua “dulce” o de rio que en mar abierto, porque las primeras aguas dificultan la flotabilidad y sobre todo si están llenas de suciedad como los altos volúmenes de las inundaciones tributadas a la rada sureña por estos días lluviosos.

 Aseguró que cuando los prácticos del puerto hablan del famoso Torno de Pasacaballos no es un mito más, sino un desafío que deben enfrentar a diario, pues en el angosto paso los barcos deben hacer un giro muy cerrado, de 82 grados, para dominar las corrientes y acceder a la entrada de la bahía.