El Mercado Único o de Cuatro Caminos se construyó en 1920, a partir de las crecientes relaciones comerciales directos con Estados Unidos. La demanda de nuevos espacios trajo consigo la modernización de los mecanismos de abasto y consumo de una sociedad que asumía nuevos estilos de vida, en donde las antiguas edificaciones quedaron obsoletas.
Es en ese contexto, el político habanero Alfredo Hornedo Suárez, logra en 1918 un permiso del Ayuntamiento de La Habana para el establecimiento de un mercado único, exclusivo en el área metropolitana para el comercio de productos del agro.
El edificio resultante de su emprendedor negocio es una construcción eclética de acero, cristal y hormigón armado, con sótano, planta baja y planta alta. Estuvo concebida para el alquiler de los espacios en forma de tarimas y mesas para la venta mayorista y minorista. El mercado llegó a convertirse en el mejor surtido de La Habana.
Con el paso de los años, la Plaza de Cuatro Caminos quedó parcialmente destruida por la falta de mantenimiento constructivo.
Hace unos años la corporación CIMEX S.A. asumió la inversión del inmueble y para ello contrató las cooperativas no agropecuarias Primera de Plaza y Arconst, quienes lideran con tecnología de punta la ejecución del colosal edificio.
De acuerdo al cronograma de la obra, la reinauguración está prevista para el mes de noviembre en saludo al 500 aniversario de La Habana.