Johana Tablada junto a expertos cubanos.

La Habana, 24 jul.- Cuba reiteró que sigue sin aparecer una razón que sustente el cierre de los servicios consulares, la expulsión de diplomáticos cubanos de Washington, las alertas engañosas de viajeros y todas las medidas injustas de Estados Unidos con el pretexto de que corren peligro sus funcionarios en La Habana.

Johana Tablada, subdirectora de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, subrayó que estas medidas han tenido un alto costo humanitario en la población cubana, obligada a viajar sin garantías a terceros países para obtener una visa, y también son afectados muchos sectores de Estados Unidos.

La diplomática se refirió a un artículo publicado este martes por la revista JAMA, el cual estuvo realizado por el mismo grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania que, a solicitud del Gobierno norteamericano, el pasado año acometió un estudio a diplomáticos norteamericanos asentados en La Habana, quienes reportaron incidentes de salud.

Al decir de la embajadora, en el presente artículo los propios autores reconocen que los cambios apreciados son mínimos, sus conclusiones son inciertas y no pueden detectar sus causas.

Las agencias especializadas estadounidenses y cubanas, como el Buró de Investigaciones Federales (FBI) y la Dirección de Investigación Criminal y la Criminalística, coincidieron en sus conclusiones en que no existe evidencia alguna de ningún tipo de ataque o acto contra los diplomáticos en La Habana.

No obstante, añadió Tablada, John Bolton, asesor de Seguridad de la Administración de Donald Trump, y el Departamento de Estado, en sus documentos públicos, han mantenido el uso irresponsable del término ataque, cuando conocen que no ha habido acto deliberado alguno contra sus diplomáticos en Cuba.

Toda la política de hostilidad y las más recientes medidas de agresión contra Cuba están montadas sobre la mentira para cumplir perversos propósitos políticos y de dominación, añadió la funcionaria.

Cuba solicita al Gobierno norteamericano que ponga fin a la manipulación y utilización de este tema como pretexto para imponer nuevas medidas cada vez más leoninas de agresión contra la integridad de la mayor de las Antillas, su economía y su pueblo.

De lo que sí hay evidencia es que Cuba es un país seguro para diplomáticos estadounidenses y de cualquier país, como lo es para los ciudadanos cubanos, para los residentes extranjeros y para los millones de viajeros de todas partes del mundo que visitan el archipiélago cada año, añadió la diplomática.

Reiteró, además, que la mayor de las Antillas sigue dispuesta a desarrollar un diálogo respetuoso para cooperar en este y otros temas de beneficio de ambos pueblos.

En febrero de 2017, Estados Unidos anunció la existencia de incidentes contra su legación en La Habana, a lo que se sumó después Canadá.

El Gobierno cubano colaboró con su contraparte estadounidense para facilitar el acceso de las agencias especializadas a desarrollar investigaciones sobre el terreno, aunque esta cooperación no fue retribuida.

A pesar de que no han aparecido evidencias de ningún tipo que expliquen los incidentes de salud reportados, el tema ha sido manipulado y utilizado como pretexto para justificar medidas agresivas contra Cuba, incluyendo el cierre casi total de su embajada y el retroceso en las relaciones entre ambos países.

Expertos rechazan estudio sobre supuestos incidentes de diplomáticos estadounidenses

Mitchell Joseph Valdés-Sosa y otros integrante del Comité de Expertos que participaron en las investigaciones sobre los incidentes de salud reportados por diplomáticos estadounidenses en La Habana.

Mitchell Joseph Valdés-Sosa, integrante del Comité de Expertos que participó en las investigaciones sobre los incidentes de salud reportados por diplomáticos estadounidenses en La Habana, reiteró el llamado a una discusión científica transparente para encontrar explicaciones coherentes a estos sucesos.

En declaraciones a la prensa, el investigador comentó que el reciente artículo publicado sobre este tema por la revista JAMA no permite llega a conclusiones científicas claras, el cuadro de resultados médicos es confuso y contradictorio, y que las numerosas críticas de la comunidad científica internacional no han sido respondido satisfactoriamente.

Doctor en Medicina y Dr.C. Fisiológicas, e investigador titular, Valdés-Sosa subrayó que a pesar de que en el título del trabajo se hace referencia a unos llamados fenómenos direccionales, no se demuestra relación entre los hallazgos de las imágenes y estos supuestos fenómenos, lo cual tiene importancia dado el descrédito generalizado en la comunidad científica de las teorías de ataques sónicos o de microondas.

De acuerdo con el también director del Centro de Neurociencias, los cambios descritos en este artículo, continuación de uno aparecido en esa misma revista en marzo de 2018, son pequeños, muy diversos, abigarrados, difusos, y no se corresponden con un cuadro coherente.

Valdés-Sosa reiteró que el Comité de Expertos que integra no niega que puedan existir individuos enfermos, pero reclaman la necesidad de avanzar hacia explicaciones coherentes desde el punto de vista científico.

La única forma de esclarecer el estado de salud de los afectados es mediante una discusión científica transparente y el intercambio de información diáfana y desprejuiciada, alegó.

En febrero de 2017 Estados Unidos anunció la existencia de incidentes contra su legación en La Habana, a lo que se sumó después Canadá.

El Gobierno cubano colaboró con su contraparte estadounidense para facilitar el acceso de las agencias especializadas a desarrollar investigaciones sobre el terreno, aunque esta cooperación no fue retribuida.

A pesar de que no han aparecido evidencias de ningún tipo que expliquen los incidentes de salud reportados, el tema ha sido manipulado y utilizado como pretexto para justificar medidas agresivas contra Cuba, incluyendo el cierre casi total de su embajada y el retroceso en las relaciones entre ambos países. (ACN) (Fotos tomadas de Cubadebate)