Departamento de Estado de Estados Unidos

La Habana, 22 sep (ACN) Kristina Rosales, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, confirmó que Cuba continúa en la lista de ese organismo de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.

En respuesta a peticiones en la Asamblea General de Naciones Unidas, de retirar a la isla de ese unilateral listado, Rosales aseguró que no hay ningún cambio, no hay ningún anuncio ni ninguna novedad, informa hoy el diario Granma.

Durante el Debate General del 78 periodo de sesiones del órgano deliberativo de Naciones Unidas, el jefe de Estado colombiano, Gustavo Petro, pidió quitar a Cuba de la lista, en la cual fue incluida por Estados Unidos a petición de un expresidente de su país, “solo porque había ayudado a hacer la paz”.

Otros mandatarios, como Luiz Inácio Lula, de Brasil, Gabriel Boric, de Chile, Xiomara Castro, de Honduras y Alberto Fernández, de Argentina, también solicitaron en ese foro la exclusión de la mayor de las Antillas de la lista del Departamento de Estado.

A través de la red social X, el presidente Petro abordó recientemente este tópico y explicó que entrada de Cuba a la lista de países que ayudan al terrorismo se debe a la solicitud que hizo Iván Duque (2018-2022) a Estados Unidos.

“La excusa fue porque como se había acordado con el Gobierno de Santos, los negociadores de paz del Ejército de Liberación Nacional no podían ser entregados como rehenes tal como pedía Duque. Se traicionaban los acuerdos previos firmados en forma de protocolos por los países de Colombia, Cuba y Noruega”, escribió.

Cada actualización de la lista confeccionada por Washington de patrocinadores del terrorismo, desde el año 1982 había incluido a Cuba, hasta el 2015, cuando el presidente Barack Obama retiró a la isla.

No obstante, en enero de 2021 la administración de Donald Trump incluyó nuevamente a la nación caribeña, de forma que actualmente aparecen Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria.

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de la mayor de las Antillas, la designación unilateral y fraudulenta de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo refuerza el impacto disuasivo e intimidatorio del bloqueo, que tiene un marcado carácter extraterritorial y daña los vínculos legítimos que establecen gobiernos, entidades, bancos y empresarios con nuestro país, y que perjudica también a los cubanos residentes en el exterior.