El 24 de septiembre de 1915, el mayor general Jesús Rabí, a nombre del Ejército Libertador cubano, pidió a la Iglesia la posibilidad de la proclamación de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba.

Cuentan que esa mañana se registró la presencia de más de dos mil mambises en el santuario, en la celebración de la misa. En el púlpito el general Griñán leyó, a nombre de todos los veteranos de la Guerra de Independencia, la solicitud dirigida al Papa entonces reinante, Benedicto XV.

A la petición de los mambises respondió Benedicto XV en 1916, reconociendo y declarando el patronazgo de Santa María de la Caridad con carácter solemne, decisión que oficializó el sentir de los cubanos.

Unas dos décadas después, el 20 de diciembre de 1936, la imagen de la Virgen fue coronada por el Arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Fray Valentín Zubizarreta, en representación del papa Pío XI. Varios historiadores describen la celebración como el acto público católico más grande celebrado hasta entonces en Cuba.

Curiosamente la petición que el episcopado cubano había hecho llegar al papa Pío XI fue respondida de manera positiva en un documento a nombre del Sumo Pontífice, elaborado por el cardenal Eugenio Piacelli, quien tiempo después de convertiría en el papa Pío XII.

Debe significarse que la imagen fue coronada canónicamente por el papa Pío XI el 30 de diciembre de 1936.

Un momento no menos importante fue la elevación del Santuario a Basílica Menor, decidido ello por el papa Pablo VI. Dicha consagración fue realizada en nuestra isla por su representante el cardenal Bernardin Gantín, lo que aconteció el 30 de diciembre de 1977, a través de una Bula Papal.

 

LIGADOS A LA IMAGEN DE LA VIRGEN

Los últimos tres papas que han visitado Cuba, aparecen también ligados a la imagen de la Virgen de la Caridad.

En el viaje realizado por Juan Pablo II a la isla en 1998, coronó a la Virgen como Patrona de Cuba, ofrendándole un rosario de oro, lo que tuvo lugar en la misa ofrecida en la plaza Antonio Maceo, en la ciudad de Santiago de Cuba, el 24 de enero.

El Papa convocó a no olvidar los grandes acontecimientos relacionados con la Caridad, recordando el singular lugar que dentro de la misión de la Iglesia ocupa la Virgen María. Es significativo que el propio Wojtyla era devoto a la misma.

Por su parte, Benedicto XVI le otorgó el 26 de marzo de 2012 la “Rosa de Oro de la Cristiandad”, con motivo del cuadrigentésimo aniversario de la aparición de la imagen.

La Rosa de Oro, con sus 30 centímetros de alto, es una distinción otorgada por los Papas a personalidades católicas preeminentes y a algunas advocaciones de la Virgen María, y fue creada por León IX en 1049.

El papa Francisco en su visita a Cuba en septiembre de 2015, y con motivo de la conmemoración de los 100 años de la consagración de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre, decretó el Año Santo Excepcional de la Misericordia, regalándole un florero de plata con flores blancas y amarillas en racimo, realizadas en cerámica y conteniendo los mismos colores de la bandera de la Ciudad del Vaticano.

 

EN LOS JARDINES VATICANOS

En mayo de 2008, con motivo de su Visita ad Limina a la Santa Sede, los obispos cubanos regalaron al papa Benedicto XVI una figura de la Patrona de Cuba, realizada en bronce fundido y que fue bendecida por Ratzinger.

Años más tarde, el 28 de agosto de 2014, la propia figura fue entronizada en los Jardines Vaticanos, ya bajo el Pontificado de Francisco. En la mañana se realizó la ceremonia de bendición de la Virgen, presidida por el cardenal Tarcisio Bertone.

Y por la tarde el Papa Emérito, Benedicto XVI, acudió a rezar frente a la estatua, reeditando este gesto de devoción hacia la imagen mariana realizado durante su viaje a la isla en 2012.

En dicho rezo, realizado junto a los obispos cubanos que se encontraban de visita en Roma, según contó en la fecha monseñor Arturo González Amador, Benedicto XVI inició el recorrido mariano visitando las distintas imágenes de María presentes en los Jardines Vaticanos y finalizó el rezo ante la imagen de la Virgen del Cobre, mencionando su visita a Cuba, que constituyera el último viaje internacional de su Pontificado.

Expresó González Amador en aquella fecha: “Unirnos a Benedicto en oración fue una gracia inmerecida que no sabemos agradecer a Dios ni a él. Ha sido un signo de una delicadeza total, y creo que este es el primer eslabón de una cadena de momentos gratos y agradables para todo el pueblo cubano que la Virgen nos va a alcanzar”.

Dicha ceremonia de entronización trajo además otras buenas noticias: en el propio mes de septiembre de 2014, el papa Francisco envió al pueblo cubano lo que constituyó el primer mensaje de un Sumo Pontífice en toda la historia dirigido a la Virgen de la Caridad del Cobre, unido a celebrar como Solemnidad a la virgen cada 8 de septiembre, lo que constituye el mayor grado de celebración dentro del culto católico.