La noche en que los medicos cubanos llegaron al Hospital de Escuintla a enfrentarse a la tragedia. Foto: Brigada Médica Cubana en Guatemala

La catástrofe humana provocada por la erupción del volcán de fuego en Guatemala, los miles de damnificados, los desaparecidos y fallecidos en las aldeas tragadas por la lava de ese intenso volcán traen a mi memoria cuantiosos eventos naturales donde muchos seres humanos del planeta han perdido la vida y en los cuales la ayuda solidaria de nuestro país ha estado presente con el envío de profesionales médicos calificados en el enfrentamiento a grandes epidemias y desastres naturales.

Hoy nos duele Guatemala. Un país que está pasando por uno de los momentos más tristes de su historia y nuestra solidaridad está con ellos.

Cuba lo ha demostrado al poner a disposición de los departamentos afectados por el volcán a los colaboradores cubanos de la salud que trabajan en esta hermana nación, hoy enlutada por la muerte de muchos de sus habitantes.

La labor internacionalista cubana en la salud se inició en 1962 con el envío de la primera misión médica cubana a Argelia. Desde ese momento se ha colaborado con 120 países del mundo, desde misiones de ayuda por desastres naturales hasta la colaboración con personal médico en regiones donde antes no existía. Pero antes de esa fecha, y pese a las limitaciones del país la primera ayuda médica internacional fue en mayo de 1960, cuando fueron enviados a Chile una brigada de 25 médicos y varias toneladas de equipos e insumos por el terremoto allí ocurrido, que dejó como saldo miles de fallecidos.

Médicos cubanosLos profesionales cubanos de la salud han trabajado con las herramientas más simples y económicas, también con las más sofisticadas. Aplican armoniosamente el arsenal científico con que cuenta Cuba y aquellos países afectados por desastres naturales, por lo que es válida una charla educativa, una vacuna aplicada, un acto quirúrgico, una bazuca para eliminar mosquitos adultos transmisores de enfermedades o un equipamiento médico de la más alta tecnología.

Esto facilita la oportuna aplicación de medidas factibles a las consecuencias de eventos naturales, los cuales devienen desastres y pueden acarrear problemas para la salud humana, inclusive después de su ocurrencia, pues aumentan los riesgos de enfermedades en zonas seriamente dañadas o de difícil hasta el acceso del personal calificado, por eso no falta una mochila, una casa de campaña y material de primeros auxilios en el equipaje de un colaborador cubano en tales condiciones.

Médico cubanos atendiendo a pacientes africanos

Cuba ha prestado su ayuda solidaria en El Caribe, Centro y Suramérica, África, Asia y Europa, y estuvo a disposición de los Estados Unidos para dar su aporte a los damnificados por el huracán Katrina pero el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no aceptó nuestra contribución.

Espacio ganado y bien merecido lo tienen los 250 colabores cubanos de la salud que fueron a África a combatir el ébola y que ganaron para orgullo de Cuba, junto a otras 24 brigadas médicas cubanas en 19 naciones, el Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. Lee Jong-wook en Ginebra, el 26 de mayo de 2017 en el marco de la septuagésima Asamblea Mundial de la Salud.

La Brigada Médica cubana Henry Reeve