Contrario a lo que muchos piensan un profesional de la voz no es solo el cantante, el actor o el profesor. Casi todos tenemos que comunicarnos para hacer nuestro trabajo y, en la mayoría de las ocasiones, utilizamos la voz para ello. Por eso, todos somos profesionales de la voz y deberíamos saber cómo cuidarla.
Cuando este 16 de abril se celebra el Día Mundial de la Voz, considero necesario abordar este tema, primero por su importancia y luego por la poca percepción de riesgo que tiene la mayor parte de la población cubana, cuando de la voz y su cuidado se habla.
Para ello dialogué con la Doctora Telma Pazo Quintana, Especialista de Segundo Grado en Logopedia y Foniatría.
“A la voz la tenemos desde que nacemos: la primera manifestación de que estamos vivos es el llanto, y para eso utilizamos la voz. El problema es que se nos hace instintivo el hablar y nadie nos enseña cómo hacerlo bien, por lo que normalmente son muchos los errores que cometemos”, manifestó el especialista.
“A esto se une que nuestro aparato fonador es tan maravilloso que, aunque lo descuidamos, solo sentimos un poco de dolor de garganta o perdemos la claridad de la voz, pero a las horas o a los pocos días, la recuperamos. Por eso no le prestamos la debida atención que se merece”, añadió Pazo.
Según la también Master en Educación Especial son muchos los daños, en nuestra vida diaria, que les causamos daños a nuestras cuerdas vocales sin siquiera darnos cuenta.
Es por ello y ahí está el primer error, es que llevamos al límite la capacidad de hablar o cantar.
Según refiere la especialista el daño comienza con una inflamación de las cuerdas vocales, ya sea por un resfriado, por el fumado o por gritar.
¿Cuál es el problema?, señaló, que, si yo estoy ronco, saco voz de donde no tengo; fuerzo mis cuerdas vocales y eso la desgasta e inflama aún más.
Refiere que es como si tuviésemos las rodillas inflamadas y a pesar de ellos nos pusiéramos a hacer se pusiera a hacer caminatas”.
Pazo añadió: “Abusamos de la voz. Cantamos cuando nos bañamos, acabados de levantar, cuando manejamos. Eso no está mal, lo que está mal es que muchas veces cantamos gritando. También gritamos si estamos muy emocionados o, si estamos en medio de mucho ruido, pues hacemos hasta lo imposible por ser escuchados. Todo eso va dañando nuestra voz, aunque no nos percatemos”.
Resulta curioso que nadie dice: “Me cansé un poquito de hablar y voy a descansar la voz. Eso deberíamos hacerlo todos. No es necesario destinar horas a ese descanso; con unos minutos es suficiente”, afirmó.
¿Qué hacer para cuidar nuestra voz?
Uno de los principales consejos es la hidratación.
Tomar agua aparentemente no está muy relacionado con las cuerdas vocales, pero en realidad sí lo está, y mucho. La estructura de la cuerda vocal necesita un alto nivel de hidratación. Si el tejido pierde contacto con el agua, eso lo afecta”.
Pazo, enfatiza en la importancia de cuidarse si la persona tiene problemas: De ahí el consejo: “Si usted ya está ronco, lo ideal sería que no hablara, pero en su vida diaria usted necesita hacerlo. Mi consejo es que susurre; así utilizará zonas de las cuerdas vocales que normalmente no utiliza y descansarán las otras”.
“Si la afectación le dura más de dos semanas, es vital que visite a un médico, porque eso puede ser señal de un daño mayor”, añadió la Doctora.
Señaló también que, si en el trabajo o la vida diaria hacemos uso constante de la voz y luchamos contra ambientes ruidosos, es recomendable buscar ayudas de terapeutas de lenguaje que enseñen a cómo fortalecer los músculos de esa zona para que las cuerdas vocales resistan mejor y sea posible hablar con mayor proyección por más años.
