Infografía sobre el caracol gigante.

Al principio es muy posible que a la mayoría de las personas solo nos pareciera una noticia curiosa. La presencia del caracol gigante africano en nuestro país empezó a aparecer en los medios como un tema científico o meramente medioambiental, pero con el tiempo y el estudio más pormenorizado de su extensión por todo el territorio nacional, así como de los riesgos o posibles consecuencias también para la salud humana, el problema de esta especie invasiva comienza a convocarnos a soluciones conjuntas y masivas.

Muchas teorías y rumores hay sobre su entrada al país. De todos modos, ahora mismo ya no es tan relevante quién, cómo, o por qué irresponsabilidad o accidente llegó a nuestro territorio el susodicho caracol, sino enfrentar su propagación con todo el rigor y las recomendaciones que nos hacen las autoridades sanitarias.

caracol gigante.
La presencia de especies exóticas e invasivas no es un hecho nuevo en el país, aunque tal vez sí nos sorprende la aparente relativa rapidez en qué este pequeño animal se adoptó y comenzó a ser un verdadero dolor de cabeza.

Situaciones de este tipo parecerían episodios casuales o aisladas, pero hay que entenderlas también en el contexto de un mundo mucho más globalizado, intercomunicado y en medio de un proceso de cambio climático que podría tener consecuencias múltiples no solo en desaparición de especies, sino en la diseminación de otras de gran resistencia y adaptabilidad, en detrimento de la diversidad biológica del planeta.

Pero ya con el caracol en tierra cubana, lo más prudente es aunar fuerzas entre el conocimiento científico y la capacidad de movilización social que tenemos entre nuestras instituciones y la ciudadanía, para atajar o al menos mitigar en lo posible el efecto perjudicial de este indeseable turista, que parece haber llegado para acompañarnos por un largo tiempo.

Su concha puede medir desde 12 cm con un diámetro de 6 cm, también puede llegar a medir 20 cm de longitud, pero esos son casos muy raros. Aunque es una especie herbívora, puede alimentarse prácticamente de todo, incluido excrementos.

En el último periodo hay mucha más información pública sobre los procedimientos que se recomiendan para el manejo y control del caracol gigante africano, aunque todavía hay personas que denotan desconocimiento o simplemente subestiman el problema.

Las medidas que se recomiendan no son especialmente complejas o costosas, pero tienen su técnica o procedimiento que es preciso cumplir para conseguir efectividad en la erradicación de este nuevo vector intruso.

Los daños al ecosistema, la competencia con otras especies autóctonas y la ruptura del equilibrio ecológico que supone la difusión del caracol en muchas regiones del país, ya de por sí resultan bastante peligrosas como para que no prestemos oído y pongamos la necesaria voluntad y energía para contribuir a la solución de esta amenaza.

caracol

Si a ello le sumamos sus posibles implicaciones nocivas para los seres humanos, están todas las condiciones entonces para que se convoque y logre una acción coordinada y conjunta, sin exageraciones ni alarmismos, pero con conciencia de la importancia que tiene resolver esta situación.

No hay que esperar a que crezcan, ni a que tengamos una trasmisión de alguna enfermedad por su cuenta. Hace falta que el caracol gigante africano deje de ser esa nota curiosa que nos parecía al inicio, para que pasemos a la fase de la acción, informada y consciente, que nos permita, si no erradicarlo, al menos impedir que se nos vaya de control.

Otros detalles en el siguiente video: