Menos peso para prevenir la diabetes

Uno de los aspectos claves para mantener controlada a esta enfermedad es mantener un peso adecuado, perdiendo las libras sobrantes en caso de existir a través de una alimentación adecuada y la práctica sistemática de ejercicios físicos.

NADA DE ABSURDOS PESIMISMOS

Para algunos pesimistas, la idea de mantener una alimentación saludable pudiera parecerle una idea difícil de llevar a la práctica y eso se debe fundamentalmente a que se han acostumbrado a las comidas poco saludables como son las callejeras o “fast food” de tal forma que ya forman parte de sus costumbres cotidianas.

La solución para una persona e normal inteligencia, es aprender la forma de seleccionar y consumir alimentos saludables utilizando el pensamiento y la voluntad consciente hasta que se vuelvan parte de una nueva y positiva rutina sustituta de las poco saludables.

Y vale la pena, pues el diabético cumplidor con una alimentación saludable, además de mantener controlada su diabetes también está disminuyendo su riesgo de enfermedades cardiovasculares.
 

UN COMIENZO FELIZ

Para comenzar no se necesita complicarse la vida. Solo se debe seguir un enfoque simple y sin complejidades en las comidas diarias. El plato debe ser llenado hasta la mitad con vegetales variados, presentes en todos nuestros agros y a precios asequibles para todos, acompañados con una pequeña cantidad de aceite de oliva, extra virgen o virgen o  el de canola. Pero en última instancia sirve cualquier aceite siempre que sea de origen vegetal.

    Lea también: Diabetes mellitus tipo 2, un alerta a los padres

La otra mitad del plato debe llenarse con una proteína saludable como la de pescado, a precios mínimos como el saludable jurel, o pollo sin el pellejo antes de cocinarse; muy pocas veces incorporar las carnes rojas, seleccionadas las de lomo o solomillo quitándole toda la grasa posible previa a su cocción de cualquier variada forma excepto lo frito. Y absolutamente para nada las carnes procesadas como el  jamó, la jamonada o el perro caliente, dañinos por igual para todos los seres humanos.

Esa otra mitad de su plato cotidiano puede incrementarse con pan integral o arroz mezclado con un salteado de vegetales variados y con salvado de trigo o de avena, así como con una fruta, si lo desea mezclada con un  lácteo, por supuesto,  descremado.

LOS RIESGOS DE UNA MALA VIDA

Quien tiene diabetes, pudiera estar en riesgo de sufrir, entre otras, de una enfermedad del corazón si no mantiene un estilo de vida saludable. Por eso debe evitar la mentalidad negativa para poder mantener una alimentación saludable. Este tipo de sombríos pensamientos tienen una connotación negativa, y quien piensa así, la mayoría de las dietas finalmente fallan o llegan a su fin.

    Lea también: Diabetes: una enfermedad que se puede prevenir y controlar

Para eso, debe evitar cualquier alimentación que no sea capaz de mantener para toda la vida. En lugar de pensar en comestibles que ya no puede tener, debe concentrarse en el gran estímulo de sus objetivos finales donde se incluyen un nivel estable de azúcar en la sangre, un buen estado cardiovascular y, por supuesto,  hacerse cargo de su salud con una nueva vitalidad y para el resto de una provechosa  vida.

OTRAS IMPORTANTES RECOMENDACIONES

Se recomienda consumir diariamente tres comidas balanceadas con una o dos meriendas sanas y nutritivas para ayudar a mantener el control del azúcar en la sangre y evitar esas indeseables complicaciones de la diabetes.

Es imprescindible hacer cambios en otros estilos de vida, incluido dejar de fumar o de beber y hacer ejercicio de manera sistemática orientados por un personal calificado.

LAS VENTAJAS DE UNA NUEVA MENTALIDAD

Cuando esta nueva mentalidad se convierte en sanas costumbres llenas de actitudes reflejas orientadas a una buena salud, el presupuesto se reoriente hacia lo útil, se deja de gastar en lo dañino y superfluo y hasta puede sobrar algún dinero a fines de mes para fines ahorrativos.

    Lea también: Ventajas de reducir el consumo de azúcar

De paso la mente queda libre de preocupaciones innecesarias sobre los males de un deteriora salud y los pensamientos se puede emplear en útiles fines para la propia persona o sus seres más queridos.

A ellos y a sus amistades deja de  molestar o de aburrir con constantes quejumbres, lamentos o interminables conversaciones sobre sus achaques o enfermedades.

Una nueva vida  aguarda a quien se lo propone con el sano propósito de sentirse mejor cada día de su vida y actúa en consecuencia.