Cubadebate transcribe para sus lectores esta entrevista realizada para el programa La Luz en la Memoria de Radio Rebelde y ofrecida ya como podcast en nuestra portal digital el pasado martes. Es un homenaje a todos los que en Cuba hoy libran la dura batalla contra la COVID-19.

Sonia Resik Aguirre, jefa del Departamento de Virología del IPK. Foto: Sitio web del IPK

La Dra. Sonia Resik es la jefa del Departamento de Virología del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) y tres cuartas parte de sus días los pasa en esa prestigiosa institución que fundó Pedro Kourí hace 90 años.

Hija del Dr. Pablo Resik, quien fuera jefe de la primera misión internacionalista de la medicina cubana y por más de 20 años de los servicios epidemiológicos del país, habla orgullosa de ese ejemplo en su formación y cuenta sin miedo que su hijo y su nuera trabajan también en la atención a los pacientes contagiados o sospechosos de COVID-19 en el hospital del IPK.

Arleen: ¿Cómo transcurre la vida de la jefa del Departamento de Virología del IPK?

Sonia: Cuando no hay pandemia es un día cargado de trabajo pero normal. Se hace vida social, se llega a la casa. Cuando hay epidemias o pandemia, la vida te cambia. Conviertes el IPK prácticamente en tu casa, vienes solamente a la casa a dormir. Pasas muchas horas allá, porque hay que coordinar muchas cosas, hay que trabajar mucho, hay que ofrecer mucho de uno para lograr que la pandemia no repercuta en Cuba como ha repercutido en otros países.

Consagrada al trabajo como aprendí desde chiquita y como siempre he hecho desde que me hice viróloga.

Arleen: Pero, estás en riesgo.

Sonia: Nos protegemos. Estamos en riesgo pero nos protegemos. Y además el personal médico, tiene siempre por norma que pensamos en el riesgo y no pensamos. Uno siempre piensa más en qué puede salvar al otro, porque para eso estudiamos. Y uno se protege por supuesto, porque tiene familia, tiene compañeros, tiene todas las personas que vienen a uno buscando ayuda.

Y nos protegemos, sabemos todas las medidas de bioseguridad. Eso forma parte de nuestro trabajo. Es decir, nosotros tenemos que estar bien preparados en bioseguridad, pero hay que trabajar. Alguien tiene que estar en la línea de fuego. Y el personal médico de laboratorio que hace el diagnóstico es quien está en la línea de fuego.

Cuando hay una guerra, los soldados están en riesgo, pero tienen que estar. Entonces nosotros somos los soldados de esta guerra que es la Pandemia. Y tenemos que estar ahí en la primera línea.

Arleen: El IPK, ¿qué cosa es el IPK?

Sonia: A mí me gusta mucho una clasificación y descripción que hizo de mi instituto nuestro querido director, ya fallecido, el doctor Gustavo Kourí. Y él siempre nos decía que el instituto era el ministerio del interior de la Salud Pública cubana. Porque nosotros siempre teníamos que estar un paso al frente de las enfermedades infecciosas y de todas las epidemias.

El instituto, es un instituto de investigación, pero que además presta servicios de diagnóstico porque tenemos los centros nacionales de referencia para las enfermedades infeccionas en el país, presta docencia y presta asistencia médica, fundamentalmente para las enfermedades infeccionas.

Como instituto de medicina tropical ante las epidemias nosotros somos el centro rector del asunto de las epidemias, pero durante la época normal de vida del país el instituto es además el centro coordinador de todo lo que es la atención al paciente VIH.

Además de ser un centro de investigaciones, el IPK tiene su hospital y tiene su centro de investigaciones. Es decir, el centro de investigación, diagnóstico y referencia, aúna a los departamentos de microbiología, parasitología, de epidemiología y de farmacología.

Y el hospital, todos los servicios de un hospital. Contamos con 160 camas, un hospital que no es grande pero tampoco es pequeño, dedicado fundamentalmente a las enfermedades infecciosas; y centro de referencia nacional para la atención del paciente VIH.

El centro de diagnóstico y referencia, se encarga del diagnóstico, de la investigación, de la docencia de todo lo que tiene que ver con las enfermedades infecciosas.

Hay un departamento de docencia, de pregrado y posgrado, y tenemos autorizado un doctorado en el instituto en enfermedades infecciosas y cinco maestrías, todas de excelencia. Por tanto es un instituto integral.

El hospital no es un centro para que ingrese alguien con una hipertensión arterial o una diabetes para estudio. Esa no es la línea de trabajo del instituto. Es para enfermedades infecciosas. Sobre todo para prevenir la entrada al país de determinadas enfermedades que nosotros ya tenemos erradicadas.

Cuando se importa algún caso de una enfermedad rara o que ya tenemos erradicada en el país, nosotros tenemos todas las posibilidades en ese hospital de hacer la cuarentena, los aislamientos, los diagnósticos.

Por eso decimos que el IPK no es hospital de segundo nivel que atiende a la población completa, sino especializado en afecciones infecciosas.

IPK

Arleen: Que tiene en su aval episodios tan fuertes como el enfrentamiento al SIDA o al Ébola

Sonia: Y más que al SIDA o al Ébola, el enfrentamiento al Dengue. El IPK tiene una tradición e historia en el enfrentamiento al Dengue, la historia de atención a todos los internacionalistas que estuvieron en África, cuando la guerra y se pudo prevenir la entrada de enfermedades exóticas.

O sea es un centro que no solo trata las enfermedades que están circulando en el país, las infecciones o los gérmenes que están circulando, sino que es un centro que está preparado para evitar la entrada al país de determinadas enfermedades infecciosas que aquí no existen.

Arleen: Frente al mundo y la región de las Américas, ¿qué lugar ocupa como institución científica el IPK?.

Sonia: El IPK fue uno de los primeros institutos de investigación para enfermedades infecciosas en la región, es instituto desde los años 30, el profesor Pedro Kourí fue quien inauguró la institución. Siempre ha sido centro de referencia para la OPS para las enfermedades infecciosas. Contamos con dos centros colaboradores de la OMS.

Arleen: Desde la década del treinta del siglo pasado.

Sonia: Sí, casi es un siglo.

Arleen: Pero evidentemente no era ahí.

Sonia: No, el instituto comenzó como instituto en el hospital Calixto García, después nos trasladamos para algo que se llamaban las casitas. Se reabrió el instituto cuando la epidemia de dengue del año 81, cogió auge nuevamente el IPK y por idea de nuestro querido Comandante en Jefe, con esa visión de futuro que siempre tuvo, siempre se nos adelantaba a lo que podía suceder, dijo en un momento determinado que había necesidad de abrir una institución para el IPK y que tenía que ser una institución con todas las condiciones. Por eso el instituto está tan lejos de la ciudad, porque como trabaja enfermedades infecciosas no puede estar en el centro de la ciudad, tiene que estar alejado. Y se construyó esta gran institución a finales de los 80 del siglo pasado y en el año 1994 se inauguró con el Comandante en Jefe la institución que fue cuando él dijo la frase que el IPK no era un centro para Cuba sino un centro para la humanidad, porque tenía una visión de futuro de la ayuda internacionalista y de ayuda a otros pueblos que lo necesitaban.

Arleen: ¿Qué lugar ocupa científicamente?

Sonia: El Instituto de Medicina Tropical, es un centro muy respetado, los expertos son muy respetados a nivel internacional. Las dos organizaciones que dirigen la Salud a nivel internacional la OMS y OPS, y el instituto tiene centros colaboradores la Organización Mundial de la Salud, tiene expertos nuestros que participan en comités de expertos internacionales, para dengue, para polio.

Arlen: Que es tu caso, tú eres experta.

Bueno sí, pertenezco a comités de expertos sobre la Polio y estoy trabajando en la erradicación mundial de la Polio, hace ya varios años. Participamos en todos los congresos internacionales de enfermedades infecciosas. Tenemos expertos nuestros que han prestado colaboración en diferentes países, instituyendo tecnologías, programas de prevención, programas de control.

Y sí hay un reconocimiento, tenemos una gran cantidad de publicaciones anualmente en revistas científicas de impacto internacional. Somos –dentro la salud pública- la institución con más premios de la Academia de Ciencias de Cuba, y la tercera a nivel nacional como más premios, históricamente.

En ese sentido hemos ido mantenido siempre un alto nivel. Es una institución que siempre hay que contar con ella, internacionalmente cuentan con ella, cada vez que hay una epidemia, un problema determinado, siempre piden colaboración de los expertos del IPK para enfrentar la situación.

Sonia Resik Aguirre, jefa del Departamento de Virología del IPK, representa a Cuba en comités de expertos inteernacionales. Foto: Cortesía de la entrevistada / Cubadebate

Arleen: Estoy tratando de imaginarme la vida dentro del instituto en estos días de tanta tensión. A qué hora puedes escuchar música, ver una novela o ponerte al tanto de las noticias.

Sonia: Las noticias le agradezco a Buenos Días y que tenemos el Canal Caribe que está hasta tarde, o que podemos ver Telesur que está bastante tiempo, pero noticias no veo casi en el día. Cubadebate que la leo siempre, para mí ese es el pan nuestro de cada día, igual que Granma, por supuesto en la computadora, no tengo tiempo de buscar el periódico. Y música en el carro, cuando voy y vengo del instituto. No hay otro momento. No hay momento para fiestar.

Arleen: ¿Y qué música tú tienes para aliviar tus horas?

Sonia: La de los años de la Década Prodigiosa, esa es la que me gusta. Yo era una jovencita en esa época y es la que me gusta.

Arleen: Porque además ha vuelto a ponerse de moda Resistiré, de los Dinámicos.

Sonia: Esa es la música, la misma que tú oyes (risas).

Arleen: La familia Resik Aguirre tiene una vocación por la medicina. Por qué tú dejas que tu hijo tan joven, como su esposa que aún no tienen hijos, decida irse al voluntariado por 14 días al IPK.

Sonia: Qué decirte, yo no sé de otra profesión que no sea la medicina. Desde chiquitica mis juegos eran siendo médico, yo dije que iba a ser médico. Tuve un gran dilema en La Lenin cuando me gradué del pre porque yo no quería poner otra carrera en la lista de carreras, yo nada más que quería medicina. Y recuerdo que en la primera planilla que entregué tenía diez opciones de medicina, y mis profesores tuvieron que insistir que tenía que poner más carreras. Yo estaba segura que iba a coger la medicina, porque además sí, era por promedio y yo tenía un promedio que me lo permitía.

Mi papá se hizo médico, proviene de una familia libanesa. Mi papá es libanés, por ciudadanía. A papi desde pequeño siempre le gustó la medicina, mi abuela me contaba que se pasaba horas en el patio operando lagartijas. Le impresionó la medicina desde pequeño.

Era una familia muy pobre que emigró a Cuba buscando mejoras económicas que no encontró, y mi papá bajo mucho esfuerzo se hizo médico. Sus padres lo ayudaron con la carrera de medicina aquí en La Habana que era donde único se estudiaba en aquel momento (ellos vivían en Santa Clara).

Papi después tuvo que ponerse a trabajar, forraba libros en un inicio y mejoraba libros viejos para vendérselos a estudiantes de medicina y ganar así un dinero. Empezó a tener becas también. Todo esto es antes de la revolución, por supuesto. Y empezó a luego a trabajar cuando ya tenía ciertos conocimientos de médico, haciendo guardias para que se las pagaras y pagar así sus estudios.

Mami estuvo esperándolo doce años para poderse casar con él. Imagínate, papi estudiando por acá. Mami en otro sentido también ha estado vinculada a la salud pública. MI mamá tiene dos carreras universitarias: es doctora en pedagogía e hizo trabajo social a los inicios de la revolución, cuando las primeras carreras de trabajo social. Y se dedicó siempre a niños con trastornos del conocimiento o del aprendizaje, por tanto vinculada también a los servicios de salud.

Yo dije que iba a ser médico y fui médico. Estudié medicina en el Hospital Calixto García, para mí un paradigma de los hospitales en Cuba. Mi papá también estudió medicina ahí.

Y bueno, nada desde que me gradué estoy en el IPK, no conozco otro centro de trabajo.

La Doctora Sonia Resik Aguirre junto a su hijo Pablo.Foto: Cortesía de la entrevistada / Cubadebate

Arleen: Te orientaste enseguida a la investigación.

Sonia: Mi papá es epidemiólogo, fue de los primeros epidemiólogos que tuvo la Revolución y fue el jefe de la primera misión médica internacionalista (a Argelia en 1963). Papi siempre dirigió en salud pública investigaciones, siempre vinculado a enfermedades infecciosas, en un inicio en el Instituto de Higiene y Epidemiología, donde fue director más de una década.

Yo recuerdo los sábados ir al instituto y pasarme el sábado mirando láminas en un microscopio. Ese era mi entretenimiento. Mi hermana correteaba por el instituto y yo me pasaba la mañana mirando láminas en la oficina de la jefa del departamento de bacteriología, laminitas de microscopio con microbios, que no me provocaban ningún daño pero era la forma que yo tenía de entretenerme. Y me aprendí los cocos, loc vacilos, los espirilos, todo eso desde muy pequeñita.

Siempre me gustó la investigación, me vinculé durante la carrera de medicina a la genética e hice un poco de investigación en la genética. Y bueno, nada, había otra persona en, mi vida que marcó mucho que era un buen amigo de mi padre, el doctor Pedro Mas Lago, virólogo. Mi padre y Pedro Mas fueron mis paradigmas para hacerme médico virólogo. Y al final terminé siendo viróloga.

Con la virología me pasó lo mismo cuando entré a trabajar en el IPK y a hacer mi residencia, dije que si no era viróloga no era nada, y bueno, soy viróloga.

Atrás de eso viene mi hijo, que tiene 27 años.

Arleen: Se llama Pablo…

Sonia: Se llama Pablo por un homenaje a mi padre que se llama Pablo también: y Bueno el Resik lo dejamos un poquito más atrás porque bueno, es el segundo apellido de él, pero bueno es Pablo e increíblemente físicamente se parece mucho a mi papá y en la forma de ser.

Mi hijo desde chiquitico también dijo que iba a ser médico y se hizo médico. Estudió en la Facultad Finlay en el Albarrán, terminó su carrera con promedio muy alto, más de cinco. Fue el mejor graduado en investigaciones de su facultad, así que parece que lo de la investigación también le viene por ahí. Hizo su residencia en medicina interna, terminó con cinco también. En este momento es médico del hospital Emergencias, está cumpliendo los dos años que hay que cumplir a nivel de la atención secundaria.

Mi nuera es médico también, es internista, se conocieron estudiando medicina. Fue un amor de esos que digo yo, de hospital, pero es un amor muy lindo, los dos son muy inteligentes y muy buenos. Es máster en enfermedades infecciones y trabaja como clínico en el IPK. Cuando ocurrió ahora el llamado de médicos para trabajar, los dos se incorporaron al grupo de los que está trabajando.

Tú me decías que si no me da miedo. Como mamá me da miedo Arleen, pero como médico no me puede dar miedo porque yo también estoy trabajando. Y eso es lo que él vio desde que nació. Él me vio a mí trabajando, estudiando, superándome, enfrentado epidemias y yo no puedo en este momento por un miedo de mamá, restringirlo.

Él sabe que se tiene que cuidar. Él sabe que tiene que tener medidas de protección, ella también lo sabe. Ella para mí es como si fuera mi hija, la adoro, la quiero muchísimo. Y saben que se tiene que cuidar los dos; pero también saben que tienen la función de que nuestra población sobreviva a esta pandemia, que haya menos fallecidos, y que hay que tener una atención médica, que no se puede tener miedo, hay que estar en la primera línea de combate.

Arleen: Vamos a hablar de esos dos horcones de la familia, Pablo Resik y Sonia Aguirre.

Sonia: el compromiso más grande que yo tengo en estos momentos y ellos lo saben, es trabajar para la pandemia. Mami y papi están muy conscientes, porque mi papá lo hizo durante muchos años y mi mamá siempre fue una persona muy inteligente, pero que relegó su vida a un segundo plano, no fue que no trabajara, sí trabajó pero relegó el ser ella para que los demás fueran. Y eso hay que agradecérselo eternamente a mi madre.

Ellos dos entienden que yo tengo que estar trabajando para la pandemia. Y entienden que su nieto, al que más adoran en esta vida tiene que estar trabajando para la pandemia. Y yo lo que he tratado es de estar en comunicación constante con ellos por teléfono. Mi hermana y yo hemos sido siempre conscientes de que una tiene que apoyar a la otra. Cuando yo estoy muy cargada de trabajo Magda (*) me apoya, y cuando Magda está muy cargada de trabajo yo la apoyo a ella. Y ella sabe que en este momento Pablito y yo somos necesarios en el otro campo y ella está asumiendo a los viejos en este momento.

Yo lo siento porque los extraño muchísimo. Yo diariamente visito a mis padres, en este momento no lo estoy haciendo ni lo puedo hacer, porque ellos son viejitos, y como ya tú dijiste hay que cuidarlos. Y cuando voy tomo todas las medidas. Desde que empezó la pandemia los he visto dos veces nada más y tomo todas las medidas, me baño siempre antes de ir, no los beso, no los abrazo, todos los besitos son en la espalda como digo yo para no contaminarlos. Y bueno, mi papá conoció del sacrificio propio de él. Y ellos saben que en estos momentos hay que hacer un sacrificio y lo aceptan, lo apoyan.

La familia Resik Aguirre. Foto: Cortesía de la entrevistada / Cubadebate

 

Arleen: Acabo de ver un documental de Netflix que se llama Pandemia, de hecho el periódico El País de España dice “Netflix lo sabía” y parece que está filmándose ahora mismo. Al margen de la suspicacia que uno dice bueno Estados Unidos que casualidad, siempre la industria del entretenimiento va detrás de lo que después ocurrirá. No voy a preguntarte porque entiendo que ustedes están concentrados en preservar la vida y no sé si sabrán de estas cosas, pero en algún momento este documental afirma que esto era una jugada canta que esta pandemia venía que lo que no se sabía el momento exacto, ¿es así?

Sonia: Hay cosas que no se pueden predecir, pero que te imaginas que pueden suceder en un momento determinado. Mira las enfermedades emergentes, o reemergentes tienen un componente social muy importante, y es que hay factores económicos y sociales que se juntan para permitir que determinados microorganismos se expandan.

Hoy en día los vuelos aéreos permiten que un individuo se transporte de un continente a otro en menos de 24 horas. En estos días la polución hace que el medio ambiente no sea el más adecuado. Los cambios climáticos producto del propio hombre, el hacinamiento, las grandes ciudades con las personas hacinadas, la pobreza que marca más: somos más pobres en el mundo que los más ricos, los ricos son muy poquitos y dominan toda la riqueza del mundo. Es decir que hay toda una serie de factores asociados que hacen que puedan ocurrir grandes pandemias.

Generalmente cada cierto tiempo, tú sabes que ocurren pandemias, las enfermedades respiratorias tienen grandes epidemias que han matado millones de individuos en el mundo y han sido cíclicas, qué pasa con los virus, que son virus que se recombinan que saltan del animal al humano, como lo hizo el HIV en su momento y pueden bajo determinados factores y determinadas circunstancias provocar una enfermedad a nivel mundial, que se expande tanto porque nadie tiene anticuerpos contra esa enfermedad, nadie tiene protección. Interesante en este coronavirus que se expande, se transmite desde el punto de vista respiratorio más rápido que cualquier otra de las infecciones, pero es algo que tú puedes inferir, puedes suponer, puedes presuponer, pero no lo puedes asegurar. Lo que si las condiciones sociales y económicas del mundo en estos momentos son favorables para que pueda aparecer cualquier cosa.

Hay un libro que a mí me encanta, lo escribió un periodista americano, se llama Hot Zone, que es la historia del Ébola, no de la epidemia ahora actual, sino de las primeras epidemias que ocurrieron con el Ébola; y él decía en el prefacio del libro que el hombre está destruyendo el ecosistema, y que el hombre va a hacer su propio funeral, porque cuando se adentra en el ecosistema animal, el ecosistema trata de defenderse contra esa agresión del hombre. Por ejemplo que está pasando en Brasil con el Amazonas que es el gran pulmón del planeta, lo estamos destruyendo; pero con la destrucción del Amazonas no se va solo el gran pulmón, se van todas las especies animales y se produce un desequilibrio ecológico, eso conlleva también la aparición de brotes de enfermedades; por ejemplo, la fiebre amarilla es selvática, pasa al humano cuando el humano se introduce en la selva. Y qué estamos haciendo, introduciéndonos en el Amazonas. Brasil tiene un problema hoy con la fiebre amarilla.

Entonces, son cosas que el ser humano no las piensa. Yo creo que Cuba va por delante de todo eso;  nuestro Comandante en la Cumbre de Río lo decía que hay que respetar el ambiente, que hay que respetar el planeta y yo estoy de acuerdo con eso. La raza humana va a ser su propia destructora, si no toma conciencia, si no enfrenta estos cambios climáticos, y estos cambios sociales y económicos unidos, tratando de resolver la inequidad que hay a nivel internacional.

Cuba tiene su Programa Vida que lucha por mantener nuestro ecosistema. Nosotros somos una islita pequeña, con el cambio climático las Islas somos los llamados primero a desaparecer y tenemos que nosotros mismos cuidarnos y desde el punto de vista de las epidemias Cuba está muy bien preparada.

Quizás nosotros no somos lo que tenemos la mayor cantidad de recursos materiales pero sí tenemos un recurso muy importante a la hora de enfrentar las pandemias, que es el recurso humano y ese sentido de servicio, de solidaridad, de atención al prójimo que el cubano tiene que yo creo que es lo más importante. Ese conocimiento que tienen los cubanos gracias a ese espíritu que tuvo Fidel desde el inicio de alfabetizarnos, de hacernos estudiar, y es ese conocimiento en salud que tenemos los cubanos, ese sentido de prevención que tenemos también que yo creo que es importante que en este momento todo el mundo lo tenga.

El problema no es preocuparse, el problema es ocuparse, es cuidar.

Arleen: Hablando de ocuparse, se habla todos los días de que hay una búsqueda de vacuna en China, en Rusia, en Estados Unidos. Pregunto, estamos nosotros también buscando nuestra vacuna. Se habló tanto del antiretroviral que se usó en China, era de producción cubano-china, quiero saber un poco en qué medida participa Cuba de esas búsquedas, y cuánto se entrelazan entre sí. Qué papel pueden estar jugando ahora la OMS, la OPS, en facilitar una coordinación, que si se descubre una vacuna no sea para un grupo, por ejemplo Estados Unidos, patentizarla y ponerla en precio inalcanzable.

Sonia: Mira Arleen lo que va a hacer Estados Unidos no lo sé, ellos nunca han pensado en el resto, y cuando te digo ellos, no es el pueblo americano, es el gobierno, ellos nunca han pensado en hacer nada –y este menos-, además EE.UU. está como está porque él no pensó en la pandemia, él dijo que no le dieran importancia a eso y no tomaron las primeras medidas y están ahora pasando por un mal momento.

Hay muchos grupos de investigación a nivel mundial que están trabajando en la búsqueda de un inmunógeno, buscar un inmunógeno no es tan rápido, hay que cumplir con la ética, tú no le puedes inyectar a un individuo algo que no esté probado y de ahí las declaraciones del trabajo experimental con humanos. Hay que pasar por una fase preclínica donde usas experimentos con animales, después pasas a las primeras fases clínica, que es donde estudias la seguridad, hasta ir a fases más adelantadas donde estudias la inmunogenicidad del producto.

Cuba, tiene una gran empresa que es Biocubafarma que se asocia para los trabajos con el resto de los centros de investigación del país, y sí se están haciendo búsquedas. Lo que usó en China fue el Interferón, no fue una vacuna, el Interferón recombinante que además es de producción nacional. Nosotros tenemos una empresa cubano-china que lo está produciendo.

El Interferón es una sustancia que produce el organismos para enfrentar las enfermedades y bueno se produce para elevar la inmunidad del individuo frente a las enfermedades.

Sí se está trabajando, no les puedo hacer promesas de cuán rápido podemos tener o cuán rápido no. Yo creo que hay científicos en el mundo muy altruistas, los alemanes que descubrieron la forma de diagnosticar el Covid lo han hecho público, tenemos forma de diagnosticar porque ellos no se hicieron dueños de la secuencia de los primers y lo pusieron a favor de todo el mundo.

La OMS las primeras ayudas que dio fue con estos praimers, sintetizados a punto de partida del conocimiento de los alemanes.

Yo creo que los científicos en estos momentos tenemos que ser así, muy altruistas y muy colectivistas con la información. Toda la información que podamos colectar tiene que ser para el mundo, porque es un problema mundial lo que ha ocurrido.

Pienso que como medidas de prevención, y de control y cuarentena, se puede disminuir el número de pacientes, China lleva varios días no reportando nuevos casos en Wuhan, que es la ciudad donde se reportaron los primeros casos. Los chinos nos han demostrado que en poco tiempo se puede hacer mucho, y me parece que eso es importante que lo tengamos en mente. Hay que ser muy disciplinados, los chinos son muy disciplinados, los asiáticos en general son muy disciplinados.

Los cubanos que somos tan alegres tenemos que aprender de ellos en esa cuestión de la disciplina, y cuando decimos no se bese, no se abrace, no se toque, lávense las manos, usen nasobucos si tienen problemas respiratorios, acudan al médico ante el primer síntoma respiratorio. Hay que ser disciplinados y hay que cumplirlo.

Nuestro presidente nos ha invocado a que no puede haber pérdidas de vidas humanas, pero esto no depende solo de la atención médica, depende del compromiso como individuo que tú tiene con tu sociedad.

Y yo pienso que no está de más seguir reforzando y hay que prevenir, prevenir. Pienso que las medidas que el gobierno revolucionario ha tomado en este momento, son medidas muy inteligentes, medidas muy positivas y que tienen ir escalonadamente, a medida que la situación empeore o mejore. Vamos a pensar que vamos a mejorar con todas las medidas que se han tomado, pero el pueblo tiene que ser muy disciplinado.

Arleen: Hay mucha especulación en el mundo, que si se inventó en un laboratorio como se dijo alguna vez sobre el SIDA, que si se usa para las guerras biológicas. ¿Hay condiciones para afirmar que puede ser algo así?

Sonia: En un laboratorio de vida se puede hacer cualquier cosa, la tecnología te da para muchas cosas, pero existen los primeros estudios por los que se saben que pasó de una especie animal a la especie humana. Estos virus recombinan mucho, cambian el material genético de un animal por el material genético del otro y en la propia naturaleza se construye un virus nuevo, y los hábitos, costumbres, la forma de vida, hace que esos virus hagan un salto de especies y salten al humano. Y es lo que se conoce como zoonosis, es decir, las enfermedades zoonóticas han existido toda la vida. Es muy temprano para afirmar una cosa o la otra. Sí sabemos que pasó del murciélago al hombre, eso paso ahí, en algunos estudios se plantea el paso por algunos reptiles por el medio, serpientes, que pudiesen estar también.

En la influenza pasa eso. Las cepas de influenza mutan de animales al hombre, es decir no es nada nuevo, eso se conoce. El VIH fue un salto de especies, partió del virus de la inmunodeficiencia de los monos y saltó al hombre, por la costumbre de comer carne de mono en el mundo, y los que cortaban carne se cortaban y el virus pasó en esa medida para el humano.

Creo que es pronto para poder afirmar cosas, los estudios hay que hacerlos. Como científica no puedo pensar que alguien construya algo para destruir a la humanidad. No está en mi cabeza, en mi cabeza está que la ciencia está hecha para salvar al hombre, no para destruirlo y por tanto no lo puedo pensar. Quiero pensar que fue un salto de especies de animal a hombre como puede ocurrir o también por una indisciplina humana, porque no tomamos todas las medidas de precaución. Y tenemos que aprender que hay determinados límites, determinadas barreras que no podemos saltar, y que hay que cumplirlas.

En mi cabeza no cabe que haya un científico en este mundo que haga algo por matar a la especie humana que para mí es lo más preciado que tiene la tierra.

Arleen: Los virus no se curan con antibióticos.

Sonia: No, los virus se curan con antivirales, pero no hay antivirales para todos los virus, por ejemplo dentro de los virus respiratorios tenemos la Influenza que sí, tenemos el Oseltamivir o Tamiflú como lo conoce también la población; para el VIH tenemos los antiretrovirales. Pero es más difícil producir un antiviral que un antibacterial.

Arleen: Pero como el Coronavirus produce neumonía, y la neumonía se cura con antibióticos…

Sonia: Sí, pero hay neumonías bacterianas y neumonías viral y esta es una neumonía viral, no se cura con antibióticos. Es decir, las neumonías que se curan con antibióticos son las producidas por bacterias, aunque con el mal uso que le damos a los antibióticos comienza el tema de la resistencia que ese es otro tema. Pero bueno, se puede, el problema es que sepamos prevenirlo y el problema es que sepamos comorbilidades que también ayudan a que el cuadro pueda ser un poquito más grave: los obesos, los diabéticos, los fumadores, los que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Tienen que cuidarse, los pacientes inmunosuprimidos, ya sea por tratamiento inmunosupresor para una neoplasia o un tumor, o ya sea los que tienen una enfermedad, una inmunodeficiencia; hay que cuidarse y hay que prevenirlo.

El personal médico estamos por delante, queremos siempre estar por delante de ese momento, por eso les pedimos que acudan tempranamente al médico. La atención médica rápida es la única que puede salvar vidas humanas.

Mi consejo para este pueblo cubano que es tan inteligente y tan instruido es: hay que prevenir, y acudir al médico tempranamente.

Arleen: Y hay que no salir si no hace falta

Sonia: Claro, no y las aglomeraciones públicas tenemos que eliminarlas. Ya el Gobierno prohibió los bares, los clubes, los centros nocturnos. Hay que disminuir las actividades deportivas, las culturales. Es un momento para estar en familia.

Arleen: Y lo otro es, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel decía algo en la Mesa Redonda que me motivó mucho, que los jóvenes que podían ser vectores sanos, protejan a sus viejos, por qué?

Sonia: Porque el viejito es más vulnerable, ya persé por ser mayores son inmunodeprimidos. Las poblaciones más vulnerables son los niñitos pequeñitos, que desde el punto de vista inmunológico para esta enfermedad, los niños parecen que tienen algún grado de inmunidad o algo que los hace ser asintomáticos ante la infección. Pero la población adulta no, los mayores de 60 años tienen que cuidarse porque se sabe que es la población más vulnerable.

El adulto mayor generalmente es el que mayor comorbilidades tiene, hay más diabéticos, más hipertensos, más fumadores, más personas que con enfermedades pulmonares en los adultos.

Y los jóvenes, aunque se sientan bien, tienen que ser responsables y saber que todo lo que traigan de la calle es para afectar a sus abuelitos, a sus padres, y en este sentido tienen que ser responsables.

Hagamos más vida familiar que yo creo que la tecnología y el ansia de la juventud de trasnochar. Hace que a veces se pierda un poco la vida familiar y es momento para hacer vida familiar, es momento para una buena lectura, para una buena película, para una buena conversación en familia, para poner en orden la casa.

Tenemos que pensar de otra manera y por dos meses, tres meses que hagamos esto, la vida no va a terminar y sí podemos tratar de que en nuestro país las pérdidas de vidas humanas sean cada vez menores.

Arleen: Esas recomendaciones son para los otros, porque en este momento tú no tienes tiempo ni de leer, bueno de leer tu ciencia nada más.

Sonia: En este momento leer mi ciencia. Me encantan las películas, me encanta la lectura, pero ahora tengo que leer de ciencia, no tengo tiempo de hacerlo de otra cosa, pero les pido a los que puedan hacerlo en estos momentos que lo hagan por mí y por ellos.

(*) Magda Resik, la hermana de Sonia, es periodista, Vicepresidenta de la UNEAC, Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador y de su emisora Habana Radio.

(Transcripción: Daylén Vega Muguercia)

Pablo Sariol Resik trabajará durante el ciclo de 14 días laborando y 14 días en cuarentena. Foto: Cortesía de la entrevistada / Cubadebate

Pablo Sariol Resik trabajará durante el ciclo de 14 días laborando y 14 días en

Dra. Tatiana Prieto, la esposa de Pablo. Foto: Cortesía de la entrevistada / Cubadebate