Son tiempos de quedarse en casa. Imagen: Canal Caribe.

Desde la irrupción de la COVID-19 en el escenario mundial, a diario somos bombardeados por noticias sobre los indicadores de contagios, las muertes, las historias humanas de pacientes y personas que luchan a diario contra la enfermedad, mensajes de prevención sobre al cuidado personal y, por supuesto, fake news, memes, dramatizados… 

Lavarse constantemente las manos, desinfectar superficies, usar correctamente el nasobuco, mantener el distanciamiento social y (triste y prolongadamente) practicar el aislamiento social, han devenido casi el Padre Nuestro moderno, tanto por los medios de comunicación como de nuestros allegados con el objetivo de crear conciencia para evitar el contagio físico de la enfermedad. 

Sin embargo, la sobrecarga informativa y las actividades de distanciamiento social y autoaislamiento pueden causar alteraciones de la salud mental como ansiedad y depresión. Un artículo científico publicado en la revista Scielo confirma que la presencia del nuevo coronavirus ha provocado consecuencias psicosociales en los individuos que se sienten estresados y preocupados. 

Cuidados mentales

Infografía: Canal Caribe.

“La epidemia y las medidas de control que se llevan a cabo pueden llevar a un miedo generalizado en la población, y pueden conducir a la estigmatización social de los pacientes, de sus familiares y del personal sanitario que los atiende, todo ello con sus consecuencias psicológicas,” afirma el texto. 

Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la pandemia de COVID-19 ha perturbado o paralizado los servicios de salud mental esenciales del 93% de los ‎países del mundo, en tanto que aumenta la demanda de atención de salud mental. De ahí que el organismo internacional ha publicado orientaciones sobre el mantenimiento de los servicios esenciales, incluidos los servicios ‎de salud mental, destinadas a los países, a los que recomienda asignar recursos a la ‎atención de la salud mental en el marco de sus planes de respuesta y recuperación. 

En Cuba, el acompañamiento a la población por la red de psicólogos ha sido un servicio prioritario sobre todo en los meses de cuarentena. Más recientemente, debido al rebrote de casos a todo lo largo y ancho del país, la Sociedad Cubana de Psicología (SCP) emitió un comunicado en apoyo al pueblo e instituciones, en aras de afrontar la actual situación epidemiológica ocasionada por el SARS-CoV-2. 

El doctor en Ciencias Psicológicas Alexis Lorenzo Ruiz, presidente del SCP, en el mensaje enfatizó en los valiosos ejemplos de iniciativas y proyectos de acompañamiento psicológico y social en estos más de 10 meses de combate, en los cuales han estado, están y estarán trabajando los profesionales de esa rama, desde el cabo de San Antonio hasta la punta de Maisí. 

Por ello, ante la nueva ola de coronavirus que sufre Cuba y el retroceso a la fase de transmisión autóctona limitada que viven cuatro provincias y 63 municipios resulta importante dedicarle atención a nuestra salud mental en pro del bienestar familiar y propio. Sobre cómo lidiar mejor con la nueva realidad los expertos coinciden en los siguientes seis consejos: 

Cuidados mentales en el confinamiento

Infografía: Canal Caribe.

(Tomado de Canal Caribe)