Salud

Se habla de salud y no pocos piensan en enfermedades y padecimientos. Pero “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, según define la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hace muy poco, en febrero último, esa organización ampliaba este concepto, agregando que la pandemia de coronavirus, ha demostrado que la salud de los seres humanos como entes biopsicosociales, de los animales y del medioambiente, guardan una fuerte interdependencia.

Y será precisamente el enfoque “Una Salud”, incluyendo esa trilogía, el que permitirá a la humanidad prevenir una próxima enfermedad, sentenció el doctor Tedros Adhanom, director general de la OMS.

Considerando la salud desde esa mirada integradora, en este 7 de abril, declarado Día Mundial de la Salud desde mediados del pasado siglo, sería muy bueno pensar también en aquellos que ahora mismo en el mundo están desnutridos o mueren por hambre, en los que fallecen por enfermedades prevenibles, en los que no cuentan con un vaso de agua limpia que llevarse a los labios o con una bocanada de aire fresco… y también, por supuesto, en los que han muerto por COVID-19.

Pobreza
Foto: Tomada de alainet.org

No por gusto, bajo la consigna Construir un mundo más justo y saludable, la OMS, a propósito de esta efeméride, señala que: “Como ha puesto de manifiesto la COVID-19, algunas personas pueden llevar una vida más sana y tener mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido enteramente a las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen”.

Y más adelante abunda sobre sufrimientos innecesarios, enfermedades evitables y muertes prematuras, que no solo son injustas, sino evitables.

Pero en este mundo nuestro, hoy mismo, si 3 000 millones de personas del mundo carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en su hogar, ¿qué esperar entonces del acceso a los servicios de salud, o a las vacunas en particular?

Pobreza

No por gusto el doctor Adhanom aseguraba: “No terminaremos con la pandemia en ningún lugar si no acabamos con ella en todas partes”.

Las Américas y sus desigualdades

El más reciente Informe Anual 2020 del Director de la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS) subraya que la COVID-19 puso en evidencia el impacto significativo, y a menudo mortal, que en los resultados de la salud tienen los determinantes sociales y las inequidades que azotan a la región de las Américas y a otras del mundo.

Brasil, el segundo país con más casos de coronavirus después de Estados Unidos, suma cerca de 4 mil fallecimientos diarios y rebasa los 13 millones de contagios. Foto: AP

El panorama regional tiene en la actualidad el reto inédito de proteger la salud y bienestar de todas las personas, continuar enfrentando la males como la infección por el VIH, las ITS, la malaria, la tuberculosis, todo ello y más envuelto en el doloroso tapiz de la pandemia y sus tantos hilos sombríos, entre los que se entrecruzan la crisis económica generalizada, y unos sistemas de salud y protección social que tensan al máximo sus cuerdas, no siempre con los mejores resultados.

“La evidencia indica que en el futuro inmediato y previsible los países tendrán que realizar intervenciones enormes y sostenidas para suprimir la COVID-19, abordar los niveles de pobreza cada vez mayores, y reducir las desigualdades sociales y de salud que están empeorando drásticamente en toda la región”, apunta el informe de la OPS.

Voluntad política

La voluntad política de cada gobierno en particular, y de la comunidad de naciones en su conjunto, es la que puede salvarnos.

Con esa divisa está Cuba enfrentando la pandemia y se ha erigido en la primera nación de Iberoamérica que cuenta con cinco candidatos vacunales en apenas nueve meses, algunos en etapas avanzadas de ensayo clínico.

vacunación

Es un hito en el quehacer científico cubano en bien de la salud y que alcanzará un importante peldaño cuando este agosto, según se ha anunciado, http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/03/23/cuba-emprende-el-camino-hac... toda la población cubana quede inmunizada con estos frutos biotecnológicos que hablan también de soberanía y de solidaridad, mientras grandes farmacéuticas compiten por posicionar sus vacunas en el mercado internacional.

Foto: Tomada de la web del Instituto Finlay

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, así lo había resumido: #PatriaYVida son 5 candidatos vacunales que llevan en su creación y en sus hermosos nombres la historia de un pequeño país con un pueblo gigante.

#PatriaYVida son 5 candidatos vacunales que llevan en su creación y en sus hermosos nombres la historia de un pequeño país con un pueblo gigante. pic.twitter.com/egLaHK8i61

— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) March 11, 2021

Aunque en el presente los resultados del actual rebrote no son buenos, sobre todo a causa de una baja percepción del riesgo en una parte de los pobladores y por desacato de las indicaciones para la bioseguridad, desde que la COVID-19 asomó su malévola presencia por esta tierra, en marzo del año pasado, ni un solo cubano ha quedado desamparado. A nadie se le ha preguntado cuánto ganas, dónde vives o trabajas, cuál es tu raza, tu credo político o religioso, o tu orientación sexual, para darle la atención que necesita en relación con el coronavirus.

Considerando la más actual definición de salud ofrecida por la OMS; también Cuba actualiza ahora su estrategia sanitaria nacional.

A partir de las potencialidades existentes, “Una Salud” aplicada a Cuba –según explicó la doctora Ileana Morales, directora nacional de Ciencia e Investigación Tecnológica del Minsap- “es la estrategia para el logro de la salud óptima de las personas, los animales, las plantas y el ambiente, mediante acciones de prevención, control y respuesta rápida ante cualquier peligro, a través de la colaboración intersectorial y multidisciplinaria, desde las comunidades hasta el nivel nacional, que propicie maximizar el uso racional de todos los recursos disponibles en el país, a la par que garantice el desarrollo armónico y sostenible de la sociedad”.

Esta Antilla Mayor ha demostrado desde hace mucho, pero aún más en este período, que la salud no es un privilegio de algunos, sino el derecho de todos. Y consecuente con ese credo, brigadas del Contingente Henry Reeve han llevado su contribución solidaria a muchas latitudes del planeta.

En este pequeño planeta que es Cuba se lucha hoy denodadamente por la salud, enfrentando riesgos y carencias condicionadas por el bloqueo estadounidense. El Nosotros, en vez del Yo, es el derrotero. Por eso, aquí cada día es un día por la salud, por los cubanos.