Cuba un eterno verano

Como en nuestro archipiélago, por su condición caribeña, casi que se viven durante los 12 meses del año en un eterno verano y la radiación solar suele ser más fuerte y agresiva que en otras latitudes, la protección de la piel es un tema que no se debe descuidar para prevenir enfermedades dermatológicas.

A punto de entrar en el periodo de temperaturas más altas y en el más ansiado momento para disfrutar de piscinas, ríos y playas, ya se va sintiendo mayor el picor del sol, incluso en horas mañaneras, así que es hora de hacer mayor uso de gorras, sombreros y sombrillas, y de evitar salidas al mediodía.

También es recomendable aplicarse lociones de protección solar con factor entre 30 y 50 seguidamente para no perder la efectividad de la crema y usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo como pantalonetas o pantalones y camisas o pullovers de mangas largas.

Los adultos deben velar por la salud y cuidados a tener en cuenta en bebés, niños más grandes y adolescentes, con pieles más susceptibles, puesto que los efectos del sol son acumulativos y los mayores daños por lo general se producen antes de cumplir los 18 años de edad. 

Algo tan sencillo como la vestimenta corta o abierta que implica una mayor exposición al sol, es un hecho que a veces se subvalora por tal de que los más pequeños no sufran por la incomodidad del sol y la irritación por la sofocación y sudor que ello conlleva.

Según el estudio “El sol: ¿enemigo de nuestra piel?” realizado por especialistas en medicina de Santiago de Cuba, “en la nación se notifican alrededor de mil casos de cáncer no melanoma basocelular y espinocelular que constituyen el segundo lugar en la tabla general de tumores malignos”.

También explicaron que, “según informes del Anuario Estadístico de Salud, en el 2007 fallecieron 332 personas por esta causa, para una tasa de 3 x 100 000 habitantes, con predominio del sexo masculino y mayores de 60 años, aunque hubo un menor de 10 años”.

Entre los efectos perjudiciales por las radiaciones solares destacan el incremento de la carcinogénesis, las alteraciones de la respuesta inmune, los trastornos pigmentarios, el fotodaño, el fotoenvejecimiento y la fotosensibilización, y el daño celular.

El artículo puntualizó que las personas con piel blanca, pelo rubio y pelirrojos y ojos claros son más susceptibles al cáncer de piel, al igual que las que tienen gran cantidad de lunares y antecedentes familiares de melanomas. Igualmente, las largas exposiciones al sol son perjudiciales.

No obstante, los autores de “El sol: ¿enemigo de nuestra piel?” precisaron que “las radiaciones solares ejercen a mediano o largo plazo efectos perjudiciales sobre cualquier tipo de piel, de modo que existe una clara relación entre las radiaciones ultravioletas y el cáncer de piel”.

Este 25 de mayo, aunque solo se celebra el Día Internacional de las Manchas Cutáneas, una problemática que afecta a millones de personas en todo el mundo, es buen momento a aprovechar como antesala para el conocimiento sobre los cuidados y daños del sol sobre nuestra piel.

Los casos de manchas y cáncer sobre la piel, nuestro mayor órgano, pueden evitarse siempre y cuando se apliquen mecanismos de educación sobre los posibles efectos del sol para que las personas se protejan y acudan tempranamente a su área de salud ante cualquier sospecha.