Donante Voluntario de Sangre

La Habana 6 jun. - Con la máxima de que "Donar salva vidas", inició hoy en Cuba la Jornada del Donante Voluntario de Sangre (DVS), que se extenderá hasta el próximo 14 de junio, en todas las provincias del país, para incentivar esta demostración de empatía con la sociedad y solidaridad humana.

Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) coordinados con el Ministerio de Salud Pública iniciaron esta jornada en los distintos Bancos de Sangre y Centros de Extracción de Cuba, en la cual no solo se invita a la donación voluntaria, sino también reconocen a quienes lo realizan con frecuencia.

Gerchis Cruz Iribar, jefe del Programa Nacional de Sangre, explicó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que un donante debe cumplir ciertos parámetros que garanticen su seguridad y la de la persona que recibirá, pues debe tener entre 18 y 60 años y tener un peso y altura superior a 50 kilogramos y uno punto 50 metros, respectivamente; no haber salido del país recientemente, ni tener perforaciones ni tatuajes realizados recientemente, entre otros.

La seguridad del donante voluntario de sangre es un punto muy cuidado en el sistema de salud cubano, por eso desde la atención primaria se le realizan chequeos para asegurar que el día de la donación se encuentre en óptimo estado de salud, así como garantizar la reposición de nutrientes luego del acto, destacó el directivo.

El Programa Nacional de Sangre, dentro de sus misiones tiene la de captar a personas aptas para este servicio vital, a las que se le realizan varios estudios en función de verificar que no posean enfermedades de transmisión, además, garantizan la entrega de glóbulos rojos y plasma a la empresa BioCubaFarma para la realización de vacunas; y también sirven de sedes docentes para diferentes especialidades médicas. 

Aranelis Barbán, secretaria ideológica de la Dirección Nacional de los CDR, comentó sobre la jornada que se reconocerán también al personal de salud encargado de desarrollar esta tarea, a familiares de donantes y a fundadores del programa, así como zonas y centros laborales destacados en dicha tarea.

Se crearán además destacamentos de donantes voluntarios y jornadas de donaciones masivas, y al cierre se condecorará a provincias como Santiago de Cuba y Granma, por ser vanguardia en el cumplimiento de este servicio que salva vidas.

Yoenis Pompa, Donante Voluntario desde hace varias décadas, comentó a la ACN que cada vez que por su área de salud los CDR convocan a esta jornada, no presenta reparos para asistir, siempre y cuando esté apto físicamente.

Donar sangre no solo destaca  a una comunidad en específico, cada donación cuenta y la distingue a un país, e incluso a la identidad y cultura del cubano solidario, señaló.

Aclaró asimismo que un tabú que todavía prevalece en la sociedad es que con el tiempo pueden traer problemas relacionados con la salud, el lleva más de 20 años siendo donante de sangre y hasta ahora es una persona saludable, va al gimnasio, y realiza las actividades  profesionales y personales diarias, sin ninguna limitante.

Yoleidis Beltrán Aguilera, funcionario ideológico de la Dirección Nacional de los CDR, al dirigirse a los donantes dijo que su aporte es invaluable, pues cada gota de sangre donada desde su centro laboral o comunidad es un latido de solidaridad revolucionaria, no se entrega solo un recurso biológico irreemplazable, pues la sangre no se fábrica en laboratorios, sino en el corazón de los pueblos; teje redes de esperanza colectiva. 

Por el compromiso y empatía de un donante un padre volvió a abrazar a sus hijos tras un accidente, una madre en riesgo durante el parto escuchó el primer llanto de su bebé, o un joven en batalla contra la leucemia hojea hoy los libros de su universidad, gracias a ellos hoy pueden reír, soñar, cuando pensaban que no era posible aparecieron los hombres y mujeres héroes anónimos y salvaron a la humanidad con su valiosa sangre convertidas en Abdala y Sobera, dijo.

Donar sangre es un simple gesto que trasciende, porque al hacerlo se rompe cadenas de indiferencia, inspira a vecinos, compañeros de trabajo y familiares, para demostrar que la Revolución se fortalece no en los discursos, sino en los hechos cotidianos, como lo hizo el Comandante en Jefe Fidel Castro, con su donación de sangre el 23 de marzo de 1959 en el primer Banco de Sangre inaugurado después del triunfo revolucionario.