Las experiencias de sus promotores, el enfrentamiento a diversas dificultades y la mirada optimista, caracterizan a quienes levantaron tal iniciativa desde 2012 y en la actualidad siguen impulsándola.

Ese es el caso de tres figuras significativas de dicho proyecto: el coordinador general Raúl Reloba, la asesora Iris Fonseca, y el campesino y dueño de la finca Misael Fonseca, con quienes Escáner conversó durante una visita al lugar.

Se trata de un Proyecto de Desarrollo Local de relevancia, que incluso en varias ocasiones atendió visitas de Estado y participantes en las ferias internacionales de turismo (FITCuba), la principal bolsa de recreo de la isla.

La finca se encuentra en el poblado de Guadalcanal, municipio de Guanabacoa, La Habana, y atiende semanalmente (de viernes a domingo) a muchas personas.

GARANTÍA DE FUTURO

El coordinador del Proyecto de Desarrollo Local (PDL) Finca Vista Hermosa, el abogado Raúl Reloba, es un convencido del éxito de dicho programa y de la garantía de su futuro.

Comenta que el PDL lo integran cuatro fincas -Vista Hermosa, La Prodigiosa, El Bíbaro y Vista Alegre-, conectadas unas con otras porque en el decursar del tiempo se pudo lograr una actividad colaborativa.

Recuerda que tradicionalmente los dueños de fincas colaboraban unos con otros, lo que definió un proyecto agropecuario y un trabajo por cuenta propia (privado) hace 14 años, pues sus inicios en realidad fueron en 2011.

Entonces apareció el Proyecto que hoy exhibimos, como un soporte de manera sostenible. pues permite de forma organizada desarrollar actividades que en definitiva eran habituales en el lugar, indica

A ello se suma el eslabón nombrado Mercado de la Tierra, que refleja la experiencia de los productos naturales cosechados y elaborados en la propia finca a partir del criterio de Alimentación Sostenible.

Porque además de la visita y los recorridos,  también se comercializan productos como yogurt de leche de búfala, queso de cabra y otros alimentos muy apreciados, incluso por personas con determinados padecimientos estomacales ya que estos artículos les ayudan desde el punto de vista médico.

La finca cuenta con un laboratorio para producir queso, y existe una interrelación con quienes producen leche, tanto de vaca como de cabra.

Después vino la digitalización, que responde a las necesitadas turísticas y de comunicación del momento.

APOYO DE LA FAO

Y para todo ello, los emprendedores de la finca recibieron el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tanto desde el punto de vista material como de asesoramiento, ayuda que se mantiene y se refuerza al día de hoy.

Con el proyecto de la FAO nombrado Salva, Isla Verde y Azul, que abarca no solo a la finca, sino al resto del territorio de Guanabacoa, se apoya a la producción agrícola, e incluye a voluntarios interesados en colaborar.

FAO apoya agroturismo en Cuba

El propósito de los inicios fue producir sano para un restaurante en el municipio capitalino de El Vedado, nombrado Mediterráneo Habana, pero hoy son más de 30 los que atienden, además de realizar donaciones alimentarias a hospitales y otros lugares con personas vulnerables.

También se tuvo en cuenta el aprovechamiento de los residuales con fines energéticos y de ahorro.

Por tanto, en la finca hay cerdos, búfalos de agua, patos y otras aves, vacas, caballos y cabras, y una extensión en constante desarrollo para la producción, lo cual muestran a los turistas que llegan al lugar.

En la actualidad operan 120 hectáreas de tierra entre las cuatro fincas; la que más extensión tiene es Vista Hermosa, con 67 hectáreas.

Son zonas sembradas de pastos, forrajes, alimentación base para los animales, de caña de azúcar y otras especies, con una planta de biogás y otros recursos para aprovechar al máximo lo que se produce, donde laboran 65 personas, la mayoría con alto nivel educativo.

Se trata de investigadores, doctores en Ciencia, ingenieros, veterinarios, personas muy preparadas.

Agroecología, diversidad, producción, sostenibilidad, relaciones y ecoturismo son por tanto palabras claves en la Finca Vista Hermosa.

PROODUCCIÓN Y TURISMO

Iris Fonseca se desempeña como asesora técnica de producción, y además es guía para muchos turistas que llegan el fin de semana, porque otra peculiaridad es la multitarea que caracteriza a quienes trabajan en Vista Hermosa.

Ingeniera agropecuaria de profesión, trabaja desde hace nueve años en la finca, y asesora tanto a productores de Vista Hermosa como a otros del derredor, desde el punto de vista técnico y productivo y sobre cada una de las especies.

Los animales son su especialidad, se ocupa de la vida del ganado vacuno, las crianzas del cerdo y el búfalo de agua, que en la finca suman más de 100, de las últimas introducidas en ese lugar, en octubre de 2021.

A partir de esas especies producen leche y carne, por ello tienen relación con el matadero de la Empresa Agropecuaria Bacuranao, de la cercanía.

Reseña que atiende las visitas de fin de semana en la mañana, pues los turistas realizan una reservación una semana antes, aunque también recibe a quienes llegan de imprevisto.

Los visitantes por lo general incluyen en su paquete de visita una explicación sobre la finca y la zona, y un guarapo de caña o agua de coco, y la reserva tiene más bien el propósito de garantizar mesa en el restaurante, ya que en algunas épocas del año hay un lleno total.

Las visitas están programadas para los viernes, sábado y domingos de 10:00 a 22:00 hora local. Y los turistas, además, pueden disfrutar las interpretaciones del grupo musical A Granel, fundado para amenizar en la finca, pero ya es reconocido con premios en programas de la televisión cubana.

El año pasado fueron premiados en el concurso Cuerda Viva y en Cubadisco, y pertenecen a la Asociación Hermanos Saíz, de jóvenes creadores.

VÍNCULOS PARA EL DESARROLLO

Con 49 años de edad, Misael Fonseca es un campesino enamorado de trabajar la tierra, y heredero desde hace mucho de una familia (en cuarta generación) que laboraron en ese lugar, del que es propietario.

Su abuela, hermana mayor de 11 hermanos, nació en la finca, y su familia trabajó la pesca, y el carbón en las lomas de Cojímar.

Fonseca estudió dos años para veterinario, pero finalmente se dedicó a producir la tierra que era lo que le gustaba y quería, mientras su hermana prefirió Economía y es quien lleva las cuentas del Proyecto.

Hasta que llegó el momento de la experiencia del ecoturismo. La iniciativa le pareció de interés, no solo por los beneficios materiales y financieros, sino por ser una experiencia que considera en la actualidad como imprescindible.

Recuerda que su finca fue considerada entre las mejores productoras de leche y carne en La Habana, y a partir de ese momento comenzaron a visitar el lugar muchas personas, tanto del Ministerio de la Agricultura (Minag) como productores individuales para ampliar conocimientos.

Señala que cumplen el plan que tienen con el Estado y, además, cuentan con un excedente que lo convierten en queso y yogurt en la mini industria de lácteos existente en la finca.

El gobierno local, rememora, los ayudó electrificando, pues no tenían esa energía, de ahí que con otros eslabones, el PDL tuvo un excelente vínculo de desarrollo.

Comenta que cuando decidió ser campesino, se propuso obtener buenos resultados, tener una buena ganadería, bastante extensión de tierra, pero de ahí a soñar lo que tiene hoy, hay una distancia.

Por lo tanto, muestra en todo momento felicidad, y satisfacción por el Proyecto que acoge su finca y el desarrollo de tantos saberes que han potenciado la producción y el futuro.