Andy Zamora

El equipo de Villa Clara lucha hoy por un puesto a la última fase del Campeonato Cubano de Béisbol, y entre sus puntales destaca el veterano jardinero Andy Zamora.

El equipo de Villa Clara lucha hoy por un puesto a la última fase del Campeonato Cubano de Béisbol, y entre sus puntales destaca el veterano jardinero Andy Zamora, quien reverdece laurales cuando todos pensaban que su carrera llegaba al final.

Conocido como el Dibu de Sierra Morena, mote que debe a una popular serie argentina que se transmitió en Cuba y al lugar donde nació hace 36 años, Zamora recupera la fiabilidad que lo caracterizó desde su inicio en el béisbol, con lo cual ayudó a los llamados anaranjados del centro a disputar varias finales y ganar un título.

En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, el hijo del también destacado pelotero Amado Zamora cree que a la defensa es superior a su padre, pero admite que bate en mano le falta un trecho para igualar a su progenitor, quien conquistó cinco títulos de bateo en torneos élite en Cuba.

Al mismo tiempo, reconoce que ninguno de los dos tuvo 'suerte' para defender los colores de la selección nacional cubana.

Zamora padre solo participó en los Juegos Panamericanos de Caracas, Venezuela, en 1983, en tanto Andy apenas hizo el grado para dos torneos en Holanda con el Cuba B, el Mundial Universitario de La Habana en 2006, y la Serie del Caribe 2014, en Venezuela, con el equipo Villa Clara, campeón entonces del béisbol cubano.

Luego de un flojo arranque con el bate en la presente campaña, se adueñó de la titularidad en el jardín derecho, la posición que más le gusta del campo, y en la cual acumuló más de 130 lances sin cometer errores.

Para Zamora, la pradera derecha es la posición más difícil del campo, pues tienes que conocer de antemano la trayectoria de los batazos, que en el caso de los bateadores diestros salen casi siempre enrevesados.

Ambidextro en sus tiempos de jugador escolar, se considera un estudioso del pasatiempo nacional de los cubanos y alega que prefiere analizar los juegos con su hijo pequeño, también jugador, porque de esa forma le enseña siempre cosas nuevas.

Al mismo tiempo, admite que le agradece mucho al actual director de Villa Clara, el otrora torpedero Eduardo Paret, quien lo mantuvo como titular contra viento y marea, sobre todo cuando las cosas no iban bien bate en mano.

Con el número 3 en su espalda, heredado de su progenitor, y .312 de average ofensivo de por vida, Zamora asegura que Villa Clara pasará a la ronda de semifinales y peleará por un título que reclama la afición de Villa Clara.