Fidel Castro Ruz

Desde el siglo XIX Félix Varela ya había nombrado a la entonces Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud, como la Siberia de Cuba. José Martí permaneció en este territorio por la causa de infidencia política desde el 13 de octubre y hasta el 18 de diciembre de 1870. Con la irrupción al poder  del presidente Gerardo Machado se retoma el odiado destino de la ínsula-penal, mediante la construcción del Presidio Modelo, luego renombrado en la década del 40,  Reclusorio Nacional para  Hombres de Isla de Pinos. También se replicaría el uso de la instalación carcelaria, desde el año 1931, para reprimir las ideas revolucionarias discordantes con el proyecto político del grupo en el poder.

El domingo 26 de julio de 1953, una representación de la “Generación del Centenario”, liderada por Fidel Castro Ruz, asaltan los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y  Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. Fidel Castro fue el principal acusado de la Causa 37 de 1953 del Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba, que lo condenó a 15 años de prisión. Las sanciones de la  mayoría de los  hombres, menos dos, estaban entre 10 y 15 años de cárcel.

El 13 de octubre, el mismo día que José Martí, los primeros 26 revolucionarios fueron trasladados, en dos  aviones, desde Santiago de Cuba a Isla de Pinos. El destino de la Dra. Melba Hernández y Haydee Santamaría, sería la cárcel de mujeres de Guanajay.

El viernes 16 de octubre de 1953 Fidel Castro comparece ante los magistrados. La vista se celebró en una pequeña sala de enfermería del hospital Saturnino Lora, donde pronuncia su alegato de autodefensa que ganaría celebridad al publicarse como documento con el título La historia me absolverá.  El sábado 17 se produjo la entrada de Fidel Castro Ruz y Fidel Labrador al Reclusorio Nacional de Isla de Pinos, cuatro días después que el resto de sus compañeros. Todos fueron ubicados en el pabellón número uno del hospital-prisión, separados del resto de la población penal. En carta de Armando Mestre a su tío, le comenta “que no es lo mismo estar en Isla de Pinos que es como decir estar en el destierro, que estar en la Cabaña”.

Al igual que los primeros revolucionarios de la década del 30 que fundaron la Academia Carlos Marx, en el pabellón no.2 del entonces nombrado  Presidio Modelo; Fidel y sus compañeros crearon la Academia Ideológica Abel Santamaría Cuadrado, con una pequeña pizarra y la mesa de madera en que comían bajo el alero del pasillo con acceso al patio de soleo. Además, organizaron la biblioteca Raúl Gómez García, con dos estantes de madera con sus libros dentro del dormitorio colectivo. Sumarían una cooperativa para apoyar con la alimentación y otras necesidades a todos los integrantes de la nueva vanguardia revolucionaria, con independencia de su contribución financiera.

El propio Fidel describe que: “Tenemos derecho al patio de 10 a 10 y 30 a.m. y de 1 a 4 p.m. En cuanto al horario que llevan en prisión: “Sintetizando: a las 5 y 30, desayuno; a las 8, clases hasta las 10 y 30 am.; 10 y 45, almuerzo; 2 pm., clases de nuevo hasta las 3; recreo hasta las 4; 4 y 45, comida; 7 a 8 y 15, clases de economía política y lectura en común; 9 y 30 pm., silencio.”

Fidel  participa en la impartición de clases de oratoria, Economía Política, Filosofía e Historia Universal. Otros impartirían Historia de Cuba, geografía aritmética, etc.

El sábado 12 de febrero de 1954, cuando el dictador Fulgencio Batista visitaba el Penal para inaugurar la planta eléctrica de la prisión, los moncadistas entonaron, a toda voz, la Marcha del 26 de Julio. Batista creyó, en un inicio, que se trataba de una bienvenida, y visiblemente disgustado, abandonó el reclusorio. Por esta acción serían castigados severamente, Fidel Castro, Ramiro Valdés, Ernesto Tizol, Israel Tápanes y Agustín Díaz Cartaya. Este último había compuesto aquella marcha en apenas tres días, la cual tituló Himno de la Libertad, pero posteriormente fue calificada con la histórica fecha que cambió el rumbo de la patria.

Los señalados fueron trasladados al pabellón 2 de los enfermos mentales, con sus once celdas de castigo, hasta el 1 de marzo de 1954. Al resto de los compañeros le quitaron el radio que tenían en el pabellón, les prohibieron las visitas, y el acceso al periódico. Fidel Castro fue trasladado en solitario, a una celda separada del resto de sus compañeros hasta la excarcelación, y sin luz eléctrica hasta el 24 de marzo de 1954.

El 17 de abril de 1954, en carta de Fidel a Melba Hernández le precisaba “Primero: no podemos abandonar la propaganda ni por un instante, porque es el alma de nuestra lucha. La nuestra debe tener su propio estilo y estar a la altura de nuestras circunstancias...”

“Saber esperar, decía Martí, es el gran secreto del éxito”. (Es una alusión directa a la reconstrucción de la historia me absolverá).

Reconstruye entonces su histórico alegato, y organiza su distribución para que el pueblo conociera el programa de lucha; le agita el país a Fulgencio Batista mediante el uso de la propaganda revolucionaria y las constantes denuncias de los crímenes cometidos  con sus compañeros de lucha, y la corrupción imperante. De igual forma imparte instrucciones a los integrantes del movimiento que se encontraban en el exilio o en la clandestinidad.

También se puso al frente de la lucha iniciada por el Movimiento de Madres Cubanas, devenido Comité Pro-amnistía de los Presos Políticos de Isla de Pinos, hasta alcanzar la excarcelación el 15 de mayo de 1955. Por eso, justamente, este período fue  nombrado por el líder revolucionario, “prisión fecunda”.

Desde horas tempranas del día 14 de mayo de 1955, avisados de la sospechosa presencia de dos militares vestidos de civil en Nueva Gerona, familiares, amigos, simpatizantes y la prensa nacional se concentraron a la entrada del reclusorio para evitar cualquier acción en contra de la integridad física de los “muchachos”, como ya eran identificados los revolucionarios amnistiados. El día 15 se produjo la liberación en tres grupos: en el primero fue incluido Jesús Montané, el único natural de Isla de Pinos; en el segundo grupo sobresalen Fidel y Raúl; mientras que en el tercero y más numeroso, se encontraba Ramiro Valdés.

Una vez liberados una parte de los revolucionarios se dirigieron a la finca El Abra, a rendirle tributo a José Martí, autor intelectual de las acciones militares en los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes. Juan Almeida visitaría a quienes apoyaron, mientras que Fidel se dirige a la casa de la familia Montané-Oropesa y sede del Comité pro-amnistía. En horas de la noche el líder, junto a Montané, y con el apoyo entusiasta del periodista Mario Rodríguez Alemán,  realiza una conferencia de prensa en el hotel Isla de Pinos, donde, además, proclama el Manifiesto al pueblo de Cuba de Fidel Castro y combatientes, y dejaba claro que la amnistía no influirá en el propósito de ser libres o mártires. Además, cataloga la campaña popular pro-amnistía como “la gran victoria del pueblo en los últimos tres años”.

A las 10:00pm zarparía el Ferry Pinero con los moncadistas, excepto Montané. Durante la travesía  Fidel se reunió con sus compañeros y hubo consenso en nombrar al movimiento, como Movimiento Revolucionario 26 de Julio, aunque se haría oficial con posterioridad.