Orientación y ayuda sicológica en Cuba: Experiencias de una pandemia

Cuando aún no sabíamos que la COVID-19 se prolongaría durante meses en el tiempo, sin un final que se avizore a ciencia cierta, el solo hecho de pensar en el confinamiento, por breve que fuese, ya arrojaba la certeza de que los costos del virus se medirían en mucho más que enfermos y víctimas fatales.

Las afectaciones sicológicas que provoca el cambio abrupto de la vida cotidiana no se harían esperar, y los profesionales de esta rama de las ciencias en el país lo sabían. No es fortuito que de inmediato surgieran las iniciativas, estrategias, alianzas… y en fecha tan temprana como el 26 de marzo— apenas 15 días después de reportados los primeros casos en la isla— se organizaba un servicio de Sicogrupos de WhatsApp para apoyar a aquellas personas que necesitaran orientación y ayuda sicológica.

A más de cinco meses de estar viviendo esta experiencia, cuando se le pregunta a la sicóloga Bárbara Zas Ros, una de las profesionales que dio vida a este proyecto, sobre los principales aprendizajes que ha dejado no duda en decir:

“En primer lugar, destacamos la conveniencia manifiesta en estos meses, de aunar los esfuerzos y las prácticas institucionales con las prácticas de voluntariado y de ʹejercicio profesional ciudadanoʹ, así como la generación de grupos naturales de trabajo cuyos miembros tengan pertenencias institucionales diferentes. Somos psicólogas y psicólogos, y como tal podemos hacer nuestra contribución profesional, encontrémonos o no operando en el entorno de nuestras instituciones.

“Hemos sido profesionales comprometidos y consecuentes con nuestra vocación de servidores públicos, con nuestra vocación humanista de brindar ayuda profesional”, señaló la investigadora auxiliar del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS).

La cercanía de un servicio sicológico a distancia

La sicóloga Bárbara Zas Ros, una de las profesionales que dio vida a este proyecto en medio de la pandemia. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Más de 50 profesionales de la sicología se anotaron en esta travesía que comenzó en marzo, y aún continúa.

“Desarrollamos una primera etapa de trabajo que nos llevó hasta mediados del mes de julio. En esa fecha comenzamos ya a cerrar el trabajo de los 11 chats que estuvieron funcionando desde marzo hasta julio y concluimos muchas de las temáticas. Los procesos de orientación también tienen un tiempo y el motivo por el cual el servicio se había iniciado, que fue la pandemia, había comenzado a cambiar, pues ya estaba el país entero en fase 2, fase 3 y La Habana en fase 1, comentó a Cubadebate la también profesora auxiliar de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana.

Según la especialista, “en muchos de los chats que teníamos inicialmente, habíamos programado sesiones para septiembre, con el propósito de evaluar los aprendizajes que habían sucedido en la etapa de la fase 1,2 y 3, pensando en aquel momento que La Habana ya estaría ahora en fase 2 o 3”, dijo.

Es entonces cuando la capital vuelve a la fase epidémica, mientras en la provincia de Artemisa se determina el retorno a fases anteriores, debido al aumento de los contagios. “Para el día 14 de agosto reabrimos el trabajo de los Sicogrupos de WhatsApp. O sea, estábamos en una especie de espera, y ante la situación reabrimos el servicio”, apuntó.

Explicó Zas Ros que, esta segunda fase de trabajo en el mes de agosto se realizó fundamentalmente a través de cuatro chats, dirigidos a los dos territorios del país que en aquel momento presentaban una situación epidemiológica más compleja.

“Hicimos un chat dedicado a la provincia de La Habana y un chat dedicado a Artemisa. Los chat de La Habana no fueron suficientes y tuvimos que abrir tres grupos dedicados a orientar a las personas de la capital, mientras el grupo de Artemisa sí se quedó en un solo chat”, señaló.

Enfatizó la sicóloga en que se concentraron esfuerzos en cuatro chats con un enfoque territorial, para poder trabajar con problemáticas locales, más típicas de las distintas provincias. Lógicamente estos han sido grupos donde hay personas de todas las edades con una gran variedad de problemáticas, precisó.

“Seleccionamos un grupo de orientadores que estuvieran preparados para abarcar distintos grupos de edades, diversas temáticas que pudieran surgir y también por un enfoque intergeneracional del trabajo. O sea, se trataba de buscar precisamente entre esas diversidades de edades y de grupos, niveles de ayuda entre los propios participantes del chat, que pudieran contribuir a buscar alternativas y estrategias para promover cambios en los comportamientos y en el enfrentamiento de las problemáticas sicológicas que las personas traen a los grupos”, destacó la entrevistada.

Justamente de las inquietudes y problemáticas que comenzaron a surgir—agregó—, se decidió reabrir en septiembre el chat dedicado a los adultos mayores, el grupo enfocado en a orientar a los jóvenes que van a ingresar a la universidad, el chat de familia, infancia y adolescencia y el chat de personas LGTBIQ. “Este último realmente nunca cerró, porque han tenido un seguimiento sostenido”, dijo.

Aprendizajes diversos, el saldo “positivo” de la COVID-19

"Vamos a trabajar hasta el final de la pandemia. Somos un conjunto de 54 sicólogos, representantes de distintas instituciones que nos hemos asociado desde la sección de orientación de la Sociedad Cubana de Psicología", dijo Zas Ros. Foto: Cortesía de la entrevistada.

“Uno de los grandes aprendizajes que nos llevamos de la pandemia es la formación de este servicio de orientación sicológica a distancia, que ya quedará como un recurso para el trabajo de la sicología en Cuba”, aseguró la especialista.

Ya en esta nueva etapa, sostuvo la profesora, “nos declaramos un servicio de atención psicológica a distancia. Tenemos un resultado sólido de trabajo y varias publicaciones científicas que avalan la experiencia de cuando empezamos a desarrollar esta actividad. Hemos procesado y sistematizado toda la información, la cual presentamos como un resultado científico que va a ser discutido en el CIPS”, apuntó.

A su juicio, lo más importante es transmitir el mensaje de que los Sicogrupos de WhatsApp ha seguido trabajando en el acompañamiento y el apoyo sicológico a la población.

“Vamos a trabajar hasta el final de la pandemia. Somos un conjunto de 54 sicólogos, representantes de distintas instituciones (Universidad de la Habana, Centro de Estudios Demográficos, Citma, entre otras); que nos hemos asociado desde la sección de orientación de la Sociedad Cubana de Psicología. Pero somos un proyecto interinstitucional que ha ganado en organización y en la calidad de este trabajo que estamos realizando. Así lo avala la evaluación final del servicio que tuvimos en el mes de julio y donde nuestros usuarios, a través de distintos recursos evaluativos, mostraron altos niveles de satisfacción con el trabajo que hemos hecho”, dijo la investigadora.

En ese sentido, comentó que se prepara un documental sobre la experiencia, con el objetivo de registrarla, ya que es una vivencia que ha marcado pautas en el modo de trabajar la sicología y los procesos de orientación y ayuda sicológica en Cuba.

Al respecto, señaló varios aprendizajes:

  • Hacer ciencia desde la práctica profesional.

“Hemos ayudado psicológicamente a la población y hemos ido desarrollando y sistematizando todos los fundamentos de un Servicio de Orientación Psicológica a distancia, experiencia que no existía en las prácticas profesionales de la Psicología en Cuba. Y hablamos de un servicio virtual de atención psicológica a la población, con organización, con tareas grupales diseñadas, con capacitación continua del grupo de orientadores, con recursos técnicos de la orientación psicológica adecuados al contexto virtual, y con unos resultados de evaluación de los usuarios y de los prestadores del servicio que validan la experiencia y la real posibilidad de desarrollar servicios de este tipo. Ciencia aplicada transformadora y puesta al servicio de las necesidades de nuestra población”, sostuvo.

  • Utilización de las redes sociales de un modo saludable.

“Los sicogrupos de WhatsApp incorporan estrategias de salud y modos de proceder que son de utilidad en la vida cotidiana de los usuarios, cercanos a su comprensión. Hemos vivido el proceso de descubrimiento de las diversas etapas psicológicas de la pandemia junto a nuestros usuarios, los mecanismos sicológicos que prevalecen y dan origen a diversos modos de comportamiento”, comentó la profesora.

Por último, señaló el gran reto de que hay que trabajar en continuar persuadiendo a la población de que, los aprendizajes sobre el autocuidado de la salud que implican nuevos hábitos, habilidades y una gran tolerancia a la repetición continua de un conjunto de acciones que pudieran resultar tediosas, son nuestra salvación y la posibilidad real de proteger a las personas que nos rodean.

“La nueva normalidad que estamos viviendo implica aprender una forma de vida donde la responsabilidad y el amor demostrado en el autocuidado y el cuidado de los demás, constituyen el punto central que puede garantizar una calidad de vida para todas las generaciones que estamos atravesando la pandemia de la COVID-19”, afirmó.

Una ayuda que se extiende a toda Cuba

La psicóloga Consuelo Martín Fernández, profesora de la Universidad de La Habana. foto: Cortesía de la entrevistada.

 

Cuando se le pregunta a la especialista por las principales problemáticas identificadas, acota que siempre hay que decir que estas responden al grupo de personas que acuden a los chats.

“Han emergido muchas demandas vinculadas con la existencia de sentimientos de frustración y preocupación por la situación de la pandemia, estados de ansiedad, angustia, incertidumbre, temor al contagio, agobio, tristeza, trastornos del sueño. También dificultades en la convivencia familiar, en el manejo de las situaciones con los niños y adolescentes, desesperación por no ver mejoría en la situación, dificultades en las relaciones de pareja, sobrecarga de trabajo en el hogar, son algunas de las que más se refieren”, dijo.

De ahí que con el propósito de que las personas de todas las provincias pudiesen acceder a esta orientación, y debido a la actual situación epidemiológica en el país, los grupos territoriales que estaban funcionando para La Habana y Artemisa se redimensionaron y pasaron a nombrarse: Psico-orienta Cuba.

“No se trata de ningún cambio de los usuarios, sino solamente variamos la denominación de los cuatro chats, para poder dar entrada a grupos de personas de las demás provincias, si bien a los grupos temáticos siempre han asistido personas de otros territorios. De aumentar la demanda, abriríamos los grupos que fuesen necesarios”, puntualizó Zas Ros.

“Este es un servicio para todo el país”, insistió la sicóloga.

Apoyos “compartidos”

La sicóloga Matilde Molina Cintra, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, durante las sesiones en los grupos. Foto: Cortesía de la entrevistada.

“Nunca esperamos tanta demanda al inicio del servicio. Incluso, en los primeros momentos en que abrimos los grupos, teníamos dudas de que alguien fuera a entrar a los chats. Sin embargo desde el principio, las solicitudes de apoyo fueron excesivas, al punto de que tuvimos que ir incrementando los grupos”, relató la investigadora.

En esta segunda fase nos pasó lo mismo, y hemos tenido que continuar porque las personas necesitan el acompañamiento, dijo.

Pero, para Bárbara este ha sido un tiempo de aprendizaje y apoyo común. “Cuando yo empecé a hacer este trabajo en marzo, de WhatsApp solo sabía hacer llamadas. No tenía ni idea de cómo funcionaba un grupo. Recuerdo que en la primera sesión cuando empezamos a trabajar, uno de los colegas me decía: arrastra el mensaje de la persona para que sepa que le estás contestando y yo no sabía de qué hablaba. No conocía los recursos de esta red para hacer el trabajo del grupo, pero allí estaban una gran número de  personas a las que atender”, cuenta.

“Ha sido una experiencia maravillosa. Hemos podido trabajar juntos aún estando en distintos puntos de esta gran ciudad. Cuando estamos en ese chat nos sentimos como grupo de profesionales de la sicología, acompañados y realmente comprometidos con ese trabajo”, dijo.

A su juicio, “es admirable cómo en medio de esta situación, que para nosotros también son circunstancias difíciles de vida; porque en este grupo grande de sicólogos todos tenemos los mismos problemas que tiene la población cubana en estos momentos (madres con niños pequeños, madres con niños que tienen que recibir las teleclases, adultos mayores, la necesidad de ir a hacer colas), no hemos dejado de dar una sesión, una consulta, porque nosotros también damos consultas individuales”, aseveró.

“Cerramos la primera fase con más de 450  sesiones de trabajo grupal y todavía no hemos contabilizado esta, pero ya llevamos cinco semanas de trabajo. Las sesiones se han mantenido y las personas permanecen en los chats”, agregó la especialista.

Comentó la entrevistada que es notable la participación de las personas en los grupos, en el proceso de orientación. “No son personas que van pasivamente a que los sicólogos les demos consejos, sino que ellos participan activamente en la construcción de sus nuevos recursos personales para enfrentar toda la dificultad que nos ha puesto esta situación de la pandemia. Porque hemos tenido que desarrollar nuevas habilidades, nuevos hábitos, nuevas formas de vida, y todo eso lleva procesos de adaptación muy complicados”, refirió Zas Ros.

La entrevistada no pasa por alto el agradecimiento del grupo de sicólogos a los usuarios del PsicoCuba WhatsApp, “porque han sido personas que han estado pendientes del servicio, que nos han apoyado con su presencia, han hecho aportes importantes al análisis y las situaciones, y también al apoyo de las otras personas que están en el grupo con mayores dificultades que las que ellos perciben en su cotidianidad”.

“Este grupo no ha tenido vacaciones, ni descanso. Estando en la situación de vida en que nos encontramos todos, nos dijimos: vamos a retomar esto, a formar nuevos grupos y a seguir adelante, porque las personas lo necesitan”, dijo.

El aislamiento físico nos impuso el reto de la creatividad, de un modo diferente de hacer. “Creo que este es un servicio que llegó para quedarse y que puede ser en un futuro una vía para brindar orientación en múltiples problemáticas de nuestra sociedad”.

“Las inquietudes que tratamos actualmente son las de la población que tiene acceso a estos medios. Nosotros estamos trabajando con un grupo de personas que pueden acceder a esta red, eso lo sabemos. Pero al menos es una opción, y es una opción que ha tenido aceptación y ha sido de mucha utilidad”, expresó.

¿Cómo unirte a Psico-orienta Cuba?

PsicoGrupos WhatsApp, que funciona desde el 26 de marzo es un servicio de Orientación Psicológica a distancia.

 

Puedes unirte a nuestros grupos sin importar tu edad, ocupación, provincia de residencia, preocupación que tengas. En ellos un grupo de profesionales de la Psicología ofrecen acompañamiento en sesiones programadas.

Para acceder emplea los siguientes enlaces:

  • Psico-orienta Cuba IV:

https://chat.whatsapp.com/GDSAzDML3ck4tIRen79M7h

  • Psico-orienta Cuba III:

https://chat.whatsapp.com/EiLfGVI7XA11wTCg2gN7hm

  • Psico-orienta Cuba II:

https://chat.whatsapp.com/BD1AjDJCB93Ay5qNAyI4zv

  • Psico-orienta Cuba I:

https://chat.whatsapp.com/CxICQRbKwtv7FRQfzAby00

También están funcionando los siguientes grupos con temáticas específicas:

  • Personas mayores y cuidadores:

https://chat.whatsapp.com/Eyr5OlTbsRUGCOcYcFxzC3

  • Familia, infancia y adolescencia:

https://chat.whatsapp.com/DHG8BIqsg989IBITBL6cec

  • Psico-Orienta Universidad I:

https://chat.whatsapp.com/DFwk0hk05idB0hbyhYGI7Z

  • Psico-Orienta Universidad II:

https://chat.whatsapp.com/KuDWEvWxj5q8k1AAml7dtj

  • Personas LGTBIQ+ ante la COVID-19:

https://chat.whatsapp.com/J9JXXXVp20A48CSwte372L

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